Ariel Escarpite, presidente del FADI. El presente del emblemático campeonato de zona sur

Cómo está la Federación tras la intervención, la importancia que el campeonato tiene para el conurbano sur que contiene a casi 14 mil niños.

Por Leonardo Martín

Ariel Escarpite asumió en noviembre pasado como presidente de la Federación Argentina de Deportes Infantiles, más conocida como FADI la popular liga de campeonatos de fútbol del sur bonaerense. Escarpite es el presidente de Defensores del Monte, una institución tradicional e importante en la vida social y deportiva de Sarandí, Avellaneda.

FADI cuenta con la afiliación de 139 equipos que disputarán el toreno de 2022 con predominio de instituciones de Avellaneda y en menor cantidad, pero importante, de Lanús y Quilmes. En total se juegan en paralelo siete torneos que van desde la A hasta la G que contienen entre 13 mil y 14 mil chicos por fin de semana.

Durante los últimos años, FADI arrastró una intervención que pudo revocarse en noviembre pasado, fecha en la cual asumió Escarpite. Según sus palabras con una Federación «que no estuvo a la altura de las circunstancias» y de la cual hoy buscan recuperar todas sus capacidades y potencialidades.

¿Cómo está la situación hoy del FADI?

Primero decir que FADI es la liga de fútbol más importante de zona sur y de provincia de Buenos Aires. En los últimos años decayo bastante por su dirigencia, tuvo siete años dirigida por gente de la Unión de Clubes de Barrio en la cual no se presentaron balances, no hubo elecciones, hechos por lo cual la Inspección General de Justicia la intervino por tres años. Lamentablemente mal intervenida por gente que no era capaz al que a partir de reclamos que hicimos pusieron un cointerventor con el que pudimos sacar adelante todos los papeles necesarios para terminar la intervención.

¿Cómo ha sido este primer período?

Desde que asumimos lo primero que hicimos fue poner un puesto de vacunación que funcionó muy bien. Desde marzo habrá un puesto de RENAPER para hacerle los documentos a todos los chicos que juegan el campeonato y lo necesiten. En la pandemia FADI podría haber cumplido un rol importante y no lo pudo hacer. Muchos clubes hicieron ollas populares, nosotros en Defensores del Monte entregamos cada 15 días un bolsón de comida a 65 personas. Se podría haber articulado una política social, con recursos del FADI se podrían haber hecho varias cosas. Mirando hacia adelante la idea es poder concretarlas.

¿Cómo han quedado los clubes de barrio ya atravesando casi dos años de pandemia?

La mayoría de los clubes quedó endeudado en cuanto a los servicios, de a poco van saliendo de esa situación. A medida que se vaya normalizando todo se va a ir subsanando esa situación.

Un tema muy importante para las tarifas en los últimos años fueron los aumentos de tarifas en los servicios. ¿Cúal es la situación hoy? ¿Hay políticas sobre el tema?

Hubo un desfasaje muy grande en los cuatro años macristas, ahora se estancaron los precios de las tarifas. En nuestro caso, en Defensores del Monte pasamos de pagar 5.000 pesos de luz a 25.000 pesos. Hoy con la inflación, la tarifa quedó con un monto masomenos razonable.

Los clubes del FADI, ¿tienen ayuda de los municipios?

Como en Avellaneda no hay ayuda en ningún municipio. No se compara con ningún distrito, basta entrar a los clubes de barrio. Quilmes es un distrito más grande, está comenzando a haber ayudas a partir de este gobierno municipal, pero es mucho menor respecto de Avellaneda. En Lanús practicamente no hay ayuda.

Cómo es la políticas con los hechos de violencia, con los excesos de los padres que suele ser un problema. ¿Qué políticas tienen para esas situaciones?

FADI tiene un reglamento y se caracterizó por hacerlo cumplir lo que le dio el orden comparándolo con otras ligas. Acá hay quita de puntos, gracias a Dios no hay hechos de violencia. El problema no son los chicos, son los padres, los hermanos, también las madres.

¿Que te gustaría? ¿Qué proyectás para el FADI hacia el futuro?

Lo que proyecto es para Montes y FADI me gustaría tener un camping deportivo donde haya piletas y los pibes puedan ir en el verano a disfrutar la pileta. Un camping como tienen los sindicatos.

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