CALZADOS DEL SUD / Una salida cooperativa contra la exclusión

La agrupación Barrios de Pie lanzó un emprendimiento cooperativo llamado Calzados del Sud ubicado en Gerli de fabricación de calzado que cuenta con quince trabajadores. Para dar un impulso inicial la Municipalidad de Avellaneda les encargó 3000 pares, pero la idea es crecer y diversificar las ventas. Un repaso por el modo en que surge el emprendimiento y los objetivos trazados a futuro. 

Por LEONARDO MARTÍN / Entrevista: Leonardo Martín, Pablo Guillermo y Pedro Fernández

“Poetas sociales” fue el elogio del Papa Francisco con el que se refirió a los millones de excluidos del sistema que se las ingenian para generar trabajo a partir de la creatividad y del esfuerzo individual, pero también de la red tendida por las organizaciones sociales en los barrios. Atravesamos una etapa de la historia donde millones han quedado marginados del empleo, de condiciones dignas de vida, condenados a administrar miseria de generación en generación. Pasa en el mundo, nuestro país no es la excepción. En ese contexto el trabajo es un elemento central de la agenda, ¿cómo generarlo en una sociedad que hoy destruye empleos? ¿Cómo garantizar un horizonte digno para la vida de millones de personas?

En ese contexto llama la atención el emprendimiento productivo de Calzados del Sud inaugurado días atrás en Gerli. A partir del trabajo de la organización social  Barrios de Pie se puso en funcionamiento una fábrica de calzado que emplea a quince trabajadores con la expectativa de poder emplear a muchos más en el futuro próximo. Una aventura sin lugar a dudas complicada en una Argentina con una economía que viene a los tumbos y con un entramado industrial en jaque, pero necesaria en la búsqueda una alternativa en el intento de sacar de una situación laboral precaria al menos a un puñado de personas en este caso.

Siempre fue una concepciòn de nuestro movimiento generar trabajo genuino y no vivir de los planes. Trabajamos en los barrios con la población más humilde del país y entendimos que una de las cosas más importantes para generar dignidad para los vecinos es crear trabajo genuino” cuenta Leonardo Urrejola, dirigente de Libres del Sur agrupación que tiene en Barrios de Pie a su brazo territorial.  

 

Leonardo Urrejola en el día de la inauguración junto a Jorge Ferraresi

El emprendimiento surge a través de un compañero que tenía una fábrica familiar, pero que había quebrado. Surgió la propuesta de los compañeros de reactivarla en forma de cooperativa con recursos propios. Es un momento económico complejo, pero a nosotros nos da una luz de esperanza” afirma Urrejola.

La fábrica está en condiciones de producir diferentes tipos de calzado. En esta etapa inicial, hace apenas días que abrieron sus puertas, han comenzado con zapatillas. El objetivo es producir para una comercialización lo más amplia posible.”En nuestra planificación incluimos sacar una marca propia para el verano, pero para eso necesitamos recursos y tener cierta perspectiva de venta” apunta el referente de Libres del Sur.

En el actual escenario económico no es sencillo ni producir ni salir a vender productos, menos aún de un nuevo emprendimiento que siempre lleva un período inicial de crecimiento que suele ser arduo. La Argentina de 2018 es aún menos favorable para la producción con un mercado interno deteriorado, con un crecimiento exponencial de las importaciones (la balanza comercial de 2017 fue negativa en casi 9 mil millones de dólares) y con los tarifazos de los servicios públicos con facturas imposibles de trasladar a precios para muchas cooperativas y pymes.

 

En este comienzo Calzados del Sud ha tenido un fuerte apoyo de la Municipalidad de Avellaneda que ha encargado una compra de 3000 pares con la promesa de continuar con el vínculo en el futuro.  También de uno de los gremios de trabajadores municipales de Avellaneda, UMA, que agregó 500 pares extras al pedido inicial. Un impulso necesario para que la rueda de la producción comience a girar y la cooperativa pueda capitalizarse y crecer.

Por ahora son quince los trabajadores que son parte de la planta, Mabel Carrizo es una de ellas. Tiene 52 años, cuenta que hace 5 años que no tiene un empleo estable. “Yo venía trabajando en un taller de costura. Para comenzar a trabajar acá tuvimos que hacer unas capacitaciones y hoy por suerte ya estamos produciendo” relata.

“Yo me encargo del proceso de control de calidad” agrega. Previo a eso el proceso de fabricación incluye a quienes arman el calzado, a los que les toca pegarlos, pasarlos por el horno, pegar las etiquetas para llegar el control de calidad que realiza Mabel.

El horario de trabajo parte desde las ocho de la mañana y se extiende hasta las cinco de la tarde. En este comienzo, existe un solo turno, pero el objetivo es ir ampliando turnos e incorporando trabajadores a medida que crezca el emprendimiento. Hoy fabrican 150 pares por día con ese solo turno. Con pleno funcionamiento – tres turnos- estiman que podrían llegar hasta los doce mil pares producidos en el mes. “Queremos que los compañeros se sientan dueños. Eso da fuerza para el trabajo” sentencia el referente de Libres del Sur.

 

Urrejola cuenta que Barrios de Pie tiene más de un emprendimiento en busca de generar fuentes de trabajo, pero que esta es la primer apuesta industrial del movimiento. “Tenemos una marca de ropa propia que se llama Mandarinas, también carpintería y servicios de catering, son microemprendimientos que ayudan, pero no dan un empleo e ingresos fijos”.

Sobre la planificación Urrejola detalla, “la prioridad es que los compañeros avancen en sus sueldos y en la capitalización del emprendimiento. En cuanto a las ventas queremos no depender sólo del Estado, la idea es vender a privados también”. En ese sentido contó que están “tratando de recuperar licencias, hablando con distribuidores” para diversificar las ventas y en definitiva hacer crecer a la cooperativa.

El desafío de este emprendimiento es ambicioso, más aún en este presente de Argentina esquivo en lo económico. Es una muy interesante apuesta por generar trabajo genuino sobre sectores largamente excluidos en una pobreza difícil de perforar y sobre la cual pesa un estigma social cuando deciden hacer visibles sus reclamos manifestándose, cortando calles o puentes. El trabajo no sólo da ingresos, da sentido, aporta un horizonte a la vida de las personas y no por ser una frase remanida deja de ser real que dignifica. Por eso vale celebrar y esperar lo mejor Calzados del Sud y sus trabajadores.

LA CONFORMACIÓN DE UN SINDICATO DE LA ECONOMÍA POPULAR

Barrios de Pie junto a la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y la Corriente Clasista y Combativa han generado una unidad en la acción con una fuerte presencia en las calles convirtiéndose en actores políticos de peso. Juntos impulsan la creación de un sindicato de trabajadores de la economía popular y vienen insistiendo en que la CGT abra sus puertas para el ingreso de modo orgánico a los movimientos sociales.

“No tenemos donde discutir nuestras condiciones de trabajo, nos cuesta mucho conseguir la obra social pese a que hacemos los aportes. Nuestra opinión es que no podemos mantener la misma CGT que hace 50 años, la realidad cambió. La economía popular es una realidad de nuestro país” concluye Urrejola.

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