Argentina campeona del mundo en una final electriizante y un Messi para la eternidad

Por Leonardo Martín

El fútbol argentino escribió un trascedental capítulo de su gloriosa historia. Felicidad en estado puro, tercera estrella, nuevamente campeones del mundo. Como parte de esa misma historia, fue la noche en la que Lionel Messi alcanzó el trofeo que más deseó, el que se le negó en oportunidades previas. El que lo catapulta definitivamente a la eternidad.

El partido fue un vendaval de emociones. La mejor final de la historia de los Mundiales con un 3 a 3 inédito, con un resultado cambiante, con giros inesperados y con suspenso hasta el último segundo. Argentina jugó un primer tiempo notable, borró de la cancha a Francia. El segundo tiempo fue más parejo, pero aún así daba la sensación de que Argentina lo cerraba en cualquier momento, pero no.

 

 

Francia reaccionó en 2 minutos fatales para el seleccionado de Scaloni. Mbappé, que no la había tocado prácticamente, apareció para ensombrecer la tarde. Primero convirtiendo un penal e inmediatamente con una tremenda definición el empate.

Volvamos para atrás. En esa primera etapa, Argentina había mostrado su mejor repertorio. Fútbol total con un equipo que tuvo un dominio absoluto del desarrollo del juego. Presión alta, dominio territorial y de la pelota, precisión y un gol extraordinario, el segundo de Di María con una jugada colectiva brillante. Previamente había convertido Messi de penal.

En el segundo tiempo, Francia creció. Los cambios de su técnico Descahamps dieron resultado, Argentina cansada, empujada por el rival, buscando regular o un poco de todo eso, retrocedió en el campo de juego y volvió a pagar caro el ceder la iniciativa para terminar en un 2 a 2 en tiempo regular.

 

El suplementario tuvo una tensión emocional insoportable con un partido abierto en el cual Argentina respondió después de los dos mazazos inesperados. Faltando 10 minutos, Lionel Messi, cuando no, marcó en una jugada con suspenso en la determinación arbitral el 3 a 2. Era el gol para la historia, que cerraba una final electrizante, pero no, la película aún guardaba una sorpresa, un giro para darle un plus de dramatismo que va a hacer que sea la final más recordada de la historia.

Remate desde media distancia, mano involuntaria de Montiel, nuevo penal para Francia. Mbappé, implacable, marcó el 3 a 3. Para hacerlo más épico, el Dibu Martínez sacó en el último minuto un mano a mano que pasarán los años y continuará siendo recordado. Otra vez a la altura, sacando una pelota clave en el momento más álgido.

El medidor del voltaje emocional voló por los aires. Imposible aguantar y quedaban los penales y ahí otra vez el Dibu Martínez para contener en un momento clave, para achicar rivales. Atajó uno, otro francés le erró al arco. Argentina por su lado fue efectiva en cada remate. Montiel fue el encargado del remate final. Gol, campeonato y locura. Argentina campeón después de 36 años.

Líneas finales para Lionel Messi. Con sus 35 años logró el título que los desveló a lo largo de su carrera, pero que se le negaba. Veterano hizo una Copa brillante, goleador, asistidor, decisivo, líder del equipo. Terminó de grabar a fuego su nombre en la eternidad, en el corazón de millones de argentinos y despertando admiración en cada rincón del mundo. Soñamos con este momento de Argentina y con Messi levantando la copa. Tanto, pero tanto lo soñamos que lo terminamos viendo. Argentina campeón del Mundo, Messi figura y eterno. Sumamos la tercera estrella en el escudo, el fútbol argentino nuevamente en lo más alto. Una alegría que vamos a recordar por siempre.

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