Johan Cruyff, a 50 años del día en que jugó 23′ en la Doble Visera

Fue por la primera final de la Copa Intercontinental del año 1972 donde el Ajax empató 1 a 1 con Independiente. Jugó apenas 23`donde hizo un gol y se retirò lesionado por un patadón.

Hay un consenso en el mundo del fútbol en considerar a Johan Cruyff como uno de los más grandes de la historia del deporte. Altar que comparte con Maradona, Pelé, Messi y Di Stefano. De excelente dominio, veloz, ágil, definitorio en ofensiva, estratega, por mencionar algunas de las características por las cuales fue considerado el mejor jugador de la década del ’70.

Cuestión, un 6 de septiembre de 1972 jugaba su único partido en Argentina en su extensa trayectoria que se extendió desde 1967 hasta 1984.

En esos años el Ajax era el equipo sensación del fútbol europeo, uno de los más recordados y elogiados de la historia del fútbol. Base de la selección holandesa que disputó el Mundial de 1974, la Naranja Mecánica. Equipos revolucionarios, novedosos en lo táctico y con enorme calidad individual.

Una cita complicada para Independiente en esa primera final de la Copa Intercontinental. Un rival de sobrada jerarquía en su mejor momento, en el apogeo. En ese contexto vino Cruyff a la Argentina, en una Doble Visera llena y plena de expectativa por la final Intercontinental que había sido esquiva para el Rojo en 1964 y 1965, ante otro equipo mítico como el Inter dirigido por Helenio Herrera.

El Rojo venía de obtener su tercera Copa Libertadores en una durísima final con Universitario de Perú, la primera de una seguidilla de cuatro títulos que harían historia. Pedro Dellaccha era el técnico por esos días de un equipo que tenía entre sus filas a Pepé Santoro, el Zurdo López, Pancho Sa, Ricardo Pavoni, el Pato Pastoriza, el Mencho Balbuena, entre otros. Un equipo duro, en tiempos donde se jugaba duro. Donde las excursiones de los equipos europeos a tierras americanas eran durísimas, muchas de ellas terminadas en escándalos, especialmente en Argentina y Uruguay.

Apenas 23 minutos estuvo Cruyff en cancha, lo suficiente para mostrar su jerarquía. Con cinco minutos de juego, clavó el puñal a una defensa adelantada y mal parada del Rojo. Recuperó una pelota en tres cuartos de campo de Independiente para definir de emboquillada sobre Pepé Santoro. Recién a los 36 minutos del complemento pudo empatar el Rojo con un tanto de Pancho Sa.

En esos 23`minutos intensos de juego, el episodio que determinó la suerte de Cruyff fue un patadón del Tano Mírcoli con la cual el talentoso holandés terminó estampado contra un cartel de publicidad. Acusando un fuerte dolor en el tobillo salió tempranamente del partido. Para muchos se retiró preventivamente el astro holandés, para no experimentar el salvajismo de las canchas sudamericanas.

El partido de ida fue 1 a 1. La Copa Intercontinental quedó en manos del Ajax tras vencer al Rojo 3 a 0 en Amsterdam con goles de Neeskens y Rep por dos. Una noche se supremacìa absoluta del equipo local.

Cruyff pudo haber vuelto a jugar en Argentina en la Copa del Mundo de 1978, pero decidió no hacerlo. Los motivos nunca han quedado del todo claros. Algunos apuntan que fue en repudio a la Dictadura Cívico-Militar de aquellos años, pero no es la única versión.

Por lo pronto, se cumplen 50 años del paso de Cruyff por una cancha argentina. Apenas 23 minutos que han dejado un recuerdo que aún perdura.

 

 

 

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