MARCHA FEDERAL / Movimientos sociales y piqueteros marchan contra el Gobierno, el FMI y el veto

Contará con el apoyo de sindicalistas e intendentes del PJ que reclamarán por cinco proyectos. San Cayetano, Puente Pueyrredón y Retiro. Desde esos tres puntos partirán esta mañana para confluir en la Plaza de Mayo columnas de la Marcha Federal por Pan y Trabajo, organizada por los movimientos sociales y con el acompañamiento de sectores sindicales, intendentes del peronismo y partidos de izquierda. A las motivaciones iniciales, el pedido por cinco proyectos y el rechazo del regreso al FMI, se agregó la protesta por el veto de Mauricio Macri a la ley para limitar los aumentos de tarifas.

La protesta marcará el cierre de otra semana difícil para el Gobierno, con la derrota política que le causó en el Senado la unidad de los distintos sectores del peronismo con los aumentos de los servicios públicos. E implicará posiblemente el inicio de una etapa de mayor conflictividad social, luego del mayo turbulento por la crisis cambiaria, la negociación con el FMI y la aceleración del ajuste para reducir el déficit fiscal, en paralelo a los reacomodamientos y los contactos entre referentes del PJ, los sindicatos y las organizaciones sociales.

En la jornada previa mantuvieron una reunión Marcelo D’Alessandro -Secretario de Seguridad de la Ciudad-, Alejandro Amor -Defensor del Pueblo porteño- y representantes de Barrios de Pie, la CTEP y la Corriente Clasista y Combativa, las organizaciones que impulsaron la marcha que arrancó el lunes en diferentes puntos del país.

“Coordinamos los lugares por los que llegarán al centro, que sea una movilización fluida y con los menores cortes posibles del Metrobús”, contaron en el Gabinete de Horacio Rodríguez Larreta. También el estacionamiento de los micros, en lo posible en avenidas como San Juan e Independencia y no sobre 9 de Julio. La Defensoría aportará 300 observadores para prevenir incidentes y facilitar asistencia en caso de ser necesario.

Las columnas partirán de San Cayetano a las 9, de Puente Pueyrredón a las 11 y de Retiro a las 12, para encontrarse en Avenida de Mayo y 9 de Julio, y de ahí continuar hasta la plaza. La Policía de la Ciudad seguirá las marchas aunque sin una presencia tan visible, para no agregar tensión. Nación -con efectivos de la Federal- custodiará la Casa Rosada y sitios puntuales como el Puente Pueyrredón y la terminal de Retiro.

A la concentración en la Plaza de Mayo se sumarán sindicatos -expresaron apoyo a la marcha los triunviros de la CGT, la CTA de Hugo Yasky y otros-, intendentes peronistas del Conurbano como Gustavo Menéndez -Merlo, titular del PJ bonaerense- y Martín Insaurralde (Lomas), el partido socialista, el GEN y la izquierda, indicaron los referentes de las organizaciones, que también remarcaron el aval de la Pastoral Social. La Cámpora y otras agrupaciones kirchneristas no estaban confirmadas en la previa.

Será la primera marcha masiva luego de la reinauguración de la plaza, con el enrejado que la divide a la mitad -a la altura de Defensa- en lugar del vallado anterior. «Si le tenés tanto miedo al Pueblo como para enrejar la Plaza de Mayo estas en el horno», cuestionó Juan Grabois (CTEP), más duro en su discurso contra el Gobierno.

En el acto Nora Cortiñas -Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora- y Adolfo Pérez Esquivel -titular del Serpaj- leerán un documento y habrá en principio cinco oradores: Daniel Menéndez (Barrios de Pie), Esteban Castro (CTEP), Juan Carlos Alderete (CCC), Marianela Navarro (Frente de Organizaciones en Lucha) y Dina Sánchez (Frente Darío Santillán). Pedirán por los proyectos de Emergencia Alimentaria, Integración Urbana, Ley de Adicciones, Ley de Agricultura Familiar e Infraestructura Social, esta última para asignar el 25% de las obras a las cooperativas.

Los impulsores de la marcha esperan unas 200 mil personas. “No tiene que haber provocaciones, nunca han sido violentas nuestras concentraciones. A la idea de pan y trabajo hay que agregarle paz. El ajuste va a terminar en una escalada represiva que le va a hacer muy mal país y al Gobierno”, dijo Menéndez. “Estamos muy preocupados por el veto a la ley de tarifas. Hay un escenario de crisis y no hay diálogo. Es un tren a 200 kilómetros por hora que va a chocar contra una pared”, agregó.

El Gobierno planea recrear la mesa formal del Ministerio de Desarrollo Social con representantes de las organizaciones y la Iglesia, cortada desde fines del año pasado: dejará pasar unos días de la marcha y convocará para fin de mes, con el objetivo de desactivar la protesta social en esta etapa de mayor ajuste y con la mirada en los acercamientos entre sindicalistas enfrentados a la Casa Rosada, los movimientos sociales y referentes del Episcopado.

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