Presentó ante el Ministerio de Trabajo un procedimiento preventivo para cubrirse ante posibles despidos. Los empleados advierten que peligran 3.000 puestos de trabajo.
Carrefour, la cadena multinacional francesa de supermercados, confirmó ayer su plan de ajuste en la Argentina con la presentación ante al Ministerio de Trabajo de un proceso preventivo de crisis, la instancia previa de negociación ante la posibilidad de despedir a miles de sus empleados y cerrar varias de sus bocas de ventas.
«La empresa está atravesando una situación económica compleja, tras tres años de pérdidas. La apertura de este diálogo, junto al Sindicato de Empleados de Comercio y el Gobierno, le permitirá plantear un plan para reimpulsar su crecimiento», informó la compañía en un comunicado.
Mientras tanto, los empleados locales advierten que serían alrededor de 3.000 las fuentes laborales en peligro y se especula con el cierre de alrededor de 10 de sus hipermercados y otras tantas tiendas más chicas.
La presentación de este recurso ante el Ministerio de Trabajo implica una comunicación de su plan de ajuste y de ahora en más deberá mostrar las justificaciones financieras o empresariales para concretarlo.
Por su parte, los empleados de Carrefour continúan en alerta, pero esta notificación también trae aparejado que mientras se encuentre abierta la instancia de diálogo, no podrían ejecutar huelgas. Hace dos meses, la multinacional comunicó que su situación en Argentina era «difícil» y que explicaba los números negativos en su balance global. En aquel momento tuvo que afrontar pérdidas totales por más de 362 millones de euros y sus acciones cayeron más del 7% en la Bolsa de París.
Antes había cambiado de CEO en la filial local, reemplazando en su cargo a Daniel Fernández -que estuvo 12 años al frente de la empresa- por el francés Rami Baitieh.
Casi al mismo tiempo presentó un plan de reestructuración global de cara a 2020 donde adelantaba sus planes para cerrar cientos de tiendas en Europa, invertir más en el comercio electrónico y desprenderse de activos no estratégicos por más de 500 millones de euros.
En aquel momento, la filial de Argentina también tuvo una mención aparte e indicaba que algunos de sus hipermercados pasarían a ser mayoristas, aunque no anunciaba la posibilidad de cierres y despidos masivos.
El proceso preventivo de crisis que pidió Carrefour se gestiona previo a comunicar despidos o suspensiones que afecten a más del 15% de los trabajadores en empresas de menos de 400 trabajadores, a más del 10% en empresas hasta mil trabajadores y a más del 5% de empresas de más de mil.
Juan Vasco Martínez, director ejecutivo de la Asociación de Supermercados Unidos, brindó un pantallazo sobre la crisis del sector que más empleo genera en el país.
Dijo que las grandes cadenas de supermercados -uno de los sectores que más empleo da en la Argentina- tienen 120.000 personas en blanco y que hace tiempo planean realizar ajustes y numerosos despidos por las pérdidas acumuladas en 2016 y 2017.
En febrero pasado, por ejemplo, el consumo en los supermercados cayó otro 3%. “Es un panorama complicado”, afirmó el director ejecutivo de la Asociación de Supermercados Unidos.