La Academia empató 0 a 0 con Flamengo en el Cilindro resultado que lo dejó afuera de la final del máximo certamen continental. En la ida había perdido 1 a 0 por lo cual necesitaba una victoria al menos por la mínima diferencia para forzar una definición por penales. El equipo de Gustavo Costas jugó con un hombre más desde los 10´del segundo tiempo.
Final del sueño copero para Racing, de volver a llegar a una final de Libertadores tras 58 años. La única y última había sido con Nacional de Montevideo en 1967. Tenía el objetivo de revertir la derrota en Río de Janeiro por la mínima diferencia en un gol sobre el final y con mala fortuna. Más allá de la derrota, la mala noticia de ese partido fue también perdió a Santiago Sosa, hoy un emblema del equipo.
El clima previo al partido era realmente espectacular, con un recibimiento de fuegos artificiales para la historia, que erizaba la piel. El partido comenzó con mucha intensidad y ocasiones de gol para ambos equipos. Ambos arqueros, Cambeses y Rossi fueron claves para sostener los resultados.
En el segundo tiempo, Flamengo se quedó con un hombre menos promediando los 10´ por la expulsión de Gonzalo Plata. Allí Racing se adelantó en el terreno, tuvo la pelota, pero no logró desbloquear la defensa del Mengao. Tiró un centro tras otro que eran despejados por los jugadores del equipo brasileño.
Sobre el final tuvo una Vietto muy clara, pero Rossi respondió de buena manera. Lo que se vió en ese final es un Racing con mucha voluntad, pero en un tramo donde se vieron déficits en la elaboración de juego.
Final del sueño para Racing y Gustavo Costas de meterse en la definición. Dentro del dolor el lado positivo es haberse metido nuevamente en una semifinal, no lo hacía desde 1997, y haber sido eliminado por un equipo top del continente en una serie muy pareja y que se terminó definiendo por una carambola.





























