La UNDAV repudió la «violencia intolerable» en la marcha a Lago Escondido

La Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) condenó las agresiones que sufrieron los manifestantes que participaron de la Marcha por la Soberanía a Lago Escondido, Río Negro. También hubo un desagravio en apoyo a las víctimas, entre ellas un estudiante de la institución y el dirigente quilmeño, Gabriel Berrozpe.

La declaración fue hecha por la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), cuyo Consejo Superior confirmó, además, que se presentará como “amicus curiae” en la causa judicial iniciada por Télam, por los ataques que las patotas del magnate británico Joe Lewis descargaron contra una reportera gráfica de esa agencia de noticias.

El posicionamiento de la casa de estudio en contra de los hechos de violencia desatados a principios de este mes en tierras de la provincia de Río Negro que están en litigio con la Justicia argentina fue anunciado durante un acto de desagravio que tuvo lugar el último fin de semana.

Allí, la UNDAV expresó su respaldo a uno de sus estudiantes en la carrera de abogacía, Gabriel Berrozpe, quien participó de la séptima marcha por la Soberanía a Lago Escondido. Durante el acto estuvo el rector de la institución, Jorge Calzoni, y el jefe del Bloque de Diputados del Parlasur, Gastón Harispe.

“Gabriel representa los mejores hombres y mujeres que tenemos, comprometidos social y políticamente, la violencia intolerable que le ejercieron la sentimos todos en la universidad. Por eso el colectivo del consejo superior que expresa a los docentes, graduados, estudiantes y no docentes enseguida condenó los sucesos y se solidariza con él“, señaló Calzoni.

Durante el acto, Berrozpe recomendó la creación de un observatorio que aborde “las diferentes dimensiones que tiene la soberanía nacional» y llamó a «profundizar la participación ciudadana”. “Producimos conocimiento para transformar realidades sociales que urgen cambiar, y es justamente articulando conocimiento con los actores sociales que podemos hacerlo”, sostuvo.

El 1 de febrero último, decenas de manifestantes se movilizaron hasta Lago Escondido. Nueve de ellos y una fotoperiodista de Télam fueron retenidos durante dos horas y agredidos por peones rurales que responden a Lewis.

La agresión denunciada por participantes y organizadores de la protesta ocurrió cuando los manifestantes intentaron ingresar al Camino del Tacuifí, uno de los accesos al espejo de agua.

 

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