El Rojo cayó 1 a 0 ante Santos en Brasil en el partido de ida por los octavos de final de la Copa Sudamericana. Marcó para el local Kaio Jorge. Definirán el próximo jueves en Avellaneda.
Pudo haber sido una noche más adversa en cuanto al resultado. También se pudo haber ido con una sonrisa de Vila Belmiro con mayor puntería.
Fue un partido en donde el local fue superior, contó con la mayor cantidad de situaciones de gol, algunas clarísimas, pero no logró desequilibrar con una mayor diferencia. Fue especialmente superior en el primer tramo del segundo tiempo donde arrinconó al conjunto dirigido por Julio Cesar Falcioni.
Independiente llegó a esta definición sin ritmo de competencia, a diferencia de su rival, sin refuerzos en un período de economía de guerra y esfuerzo en levantar las inhibiciones de algunos de los pésimos pases de los últimos tiempos.
El Rojo tuvo limitaciones al momento de manejar la pelota, de lograr juego asociado. Tuvo a Palacios y Velasco desconectados y una mitad de cancha que perdió más de lo que ganó.
Aún así, tuvo varias claras también Independiente para igualar el partido ante un Santos con dudas y que daba ventajas en el fondo.
Ahora llegará el momento de la revancha, donde se deberá jugar todo en Avellaneda el próximo jueves. La derrota 1 a 0 es ajustada, pero también es cierto que al no marcar de visitante si Santos marca en el Libertadores de América obliga al Rojo a ganar. Un Independiente que deberá sacar la mística que lo hizo grande en el plano internacional.
