Trabajadores despedidos de Kimberley Clark realizarán este martes un papelazo en Plaza de Mayo donde divulgarán un plan para reabrir la planta de Bernal, cerrada por la empresa multinacional semanas atrás donde hay más de 200 empleos en juego. Buscan que tomen la propuesta Alberto Fernández y Axel Kicillof.
«Podemos realizar productos económicos para hospitales, colegios, centros administrativos gubernamentales y comedores escolares«, agregó. La planta de Bernal se especializa en productos para la higiene personal.
Relañez observó que la propuesta comercial que los trabajadores quieren presentar a Fernández y Kicillof es diferente a la que desarrolló la empresa: «Ellos indujeron al cierre con precios carísimos para los productos y con la venta de materia prima a la competencia«, dijo.
Respecto de las afirmaciones de la empresa para justificar el cierre -la obsolescencia tecnológica de la planta y la crisis económica- el delegado gremial aseguró: «Acá no hay crisis. La Secretaría de Trabajo archivó la semana pasada el Procedimiento Preventivo de Crisis que presentaron a fines de septiembre. Pero los representantes de la empresa ratificaron el cierre en las seis audiencias en las que nos vimos. Ellos no quieren jugar ningún papel en el futuro de la planta», afirmó.
Relañez indicó que además de Kimberly Clark de Bernal, en el último mes cerraron en todo el país seis plantas productoras de papel o elaboradoras de productos en base a papel y mencionó a Convenor, de La Rioja, y Ledesma, de San Luis. «Necesitamos un paro nacional de todo el gremio», apuntó.
En una declaración del 17 de octubre, el Consejo Ejecutivo Nacional de la Federación de Obreros y Empleados de la Industria del Papel se manifestó a favor de «la continuidad laboral» y por «la reapertura de la planta fabril». Además, reclamó que el Estado deje «de mirar para otro lado».
Kimberly Clark opera dos fábricas más en la Argentina, una en San Luis, con unos 500 operarios; y otra en Pilar, Buenos Aires, que emplea a 230 personas. Además, en su sede central trabajan otros 400 empleados.
FUENTE TIEMPO ARGENTINO