Nueva edición del clásico de Avellaneda, disputado en el Cilindro, que terminó empatado 0 a 0 en un partido entretenido donde la Academia comenzó mejor, pero donde después el Rojo tuvo las más claras y lo pudo ganar en la última.
Últimos segundos dramáticos cuando el partido ya languidecía. Tiro libre para Racing mal ejecutado, la pelota queda corta e Independiente sale rápido. En cuestión de segundos Pablo Galdames va en línea recta hacia el arco. Solo y con la pelota dominada. Ya no queda nada de tiempo. Cambeses sale desesperadamente a achicar. El chileno casi llegando al área elige definir con parte externa en una pelota, la cachetea, pero la pelota no ingresa en el rectángulo del arco. Roza el palo.
Alivio para la multitud de Racing que llenó el Cilindro en una tarde espléndida. Bronca para Independiente que lo tuvo a tiro y llevarse un clásico de una manera inolvidable. No pudo ser.
El partido quedó en cero, pero fue entretenido. Racing llegaba dulce con la clasificación a semifinales de la Copa Libertadores tras 28 años. Independiente, en un mal momento, con la esperanza de contar con un nuevo director técnico como Gustavo Quinteros.
Cuando comenzó el partido, parecía que Racing se lo llevaba puesto. A los 30 segundos ya estuvo a punto de convertir. Los primeros 15 fueron del local, después Independiente emparejó e incluso fue mejor en el balance.
Racing volvió a mostrar la irregularidad en el torneo local que hoy lo tiene fuera de la clasificación a la siguiente ronda. Independiente mostró un avance frente al sopor y la indolencia de los partidos previos. Lo pudo haber ganado. Falló en la puntería.
Otro clásico de Avellaneda. Un empate que a Racing no le calza mal y a Independiente, si se analiza la previa tampoco aunque se fue mascullando bronca porque lo pudo haber ganado.
Pasó un nuevo Clásico de Avellaneda. Un empate que dejó a la ciudad en paz.
