La Academia se impuso por 2-0 gracias a los goles de Baltasar Rodríguez y Ezequiel Piovi, de penal. Antes del segundo tanto, Canale y Lema se fueron expulsados por agredir a Roger Martínez. El goleador, a los 43 años, se despidió del fútbol en una emotiva fiesta.
El partido tenía tres puntos en juego que les servía a los dos para mejorar su perspectiva: Lanús los necesitaba por orgullo -está último en su grupo- y para intentar jugar la próxima Copa Sudamericana. Para Racing significaba no perder la chance de clasificar a cuartos de final de la Copa de la Liga y también buscar la clasificación a la competencia internacional. Pero el que se llevaba las miradas, era José Sand que iba a jugar su último partido en La Fortaleza.
Si había una manera que el retiro de Pepe, goleador histórico de Lanús, quedara en un segundo plano, los dos centrales del Granate se encargaron de encontrarla. Porque cuando todavía no se había terminado el primer tiempo, el local tuvo un momento insólito en el que perdió dos jugadores, tuvo un penal en contra y recibió el segundo gol de Racing.
Por una revisión de VAR, Lanús perdió primero a José Canale por un codazo a Roger Martínez en el área, que determinó el penal. Mientras se esperaba el remate, el colombiano recibió otro codazo, esta vez de Cristian Lema y el árbitro Fernando Rapallini debió recurrir nuevamente a la pantalla y otra vez sacó la roja.
No podía terminar de peor manera para Lanús el primer tiempo. Racing consiguió abrir el marcador con un gol de Baltasar Rodríguez. Un golazo que le permitió jugar el partido con mayor tranquilidad que su rival. Porque el chico de la Academia recibió la pelota en su campo y avanzó hasta la medialuna rival, desde donde sacó un remate bárbaro para gritar el primer tanto del encuentro.
La segunda etapa fue todo un desafío para Lanús. El entrenador Ricardo Zielinski debió desarmar el mediocampo y la ofensiva para completar la línea de cinco en el fondo y un mediocampo de tres del para contener a Racing, que no solo ganaba, sino que tenía una ventaja de dos jugadores.
En ese contexto entró Sand a su partido de despedida en la cancha de Lanús como jugador activo. El Ruso lo metió en lugar del Laucha Acosta y cumplía como delantero cuando podía soltarse. Pepe pudo hacer poco y nada. Marcó más que en toda su carrera.
Racing pareció meter el pie en el freno. Podría haberse llevado por delante a un rival diezmado y lo respetó. Tanto, que con nueve jugadores el Granate se las ingenió para llegar al arco contrario. De contragolpe, el equipo de Avellaneda terminó de desgastar a Lanús que no menguaba su esfuerzo.
Cuando Racing retomó el control de la pelota y la hizo circular, se acabó el partido para Lanús. La Academia, con 11, jugaba al trote tocando la pelota y buscando los espacios. Los rebotes le quedaban siempre y trataba de no arriesgar y a la vez gritar el tercero.
Lucas Acosta, el arquero, terminó siendo fundamental para que Lanús no cayera por una diferencia mayor. Primero porque le desvió con lo justo cuando Juan Nardoni punteó un centro de Emiliano Vecchio. Después, cuando le tapó el rebote a Anibal Moreno.
El partido ya no le importaba a la gente de Lanús. El público estaba ahí para despedir a un ídolo. Último en la zona B y con posibilidad de clasificar en la última fecha a la próxima Sudamericana por la tabla general. Después del pitazo final, entonces, llegó el momento -el único de la noche- que importó más que el partido.
RESUMEN DEL PARTIDO:
