Con superioridad sobre el conjunto australiano sufrió hasta la última pelota. Marcaron Lionel Messi y Julián Alvarez para el seleccionado de Lionel Scaloni. Enfrentará en cuartos de final a Países Bajos.
Debió haber sido un resultado holgado, una clasificación trabajosa pero sin mayores contratiempos por el desarrollo del partido, sin embargo se sufrió hasta el final, hasta la última pelota que saca milagrosamente el Dibu Martínez. Un manotazo que significó la clasificación argentina a los cuartos de final en un partido donde el conjunto de Scaloni dominó el desarrollo con chances claras para poder tener un resultado más amplio. Finalmente fue victoria 2 a 1 ante el conjunto australiano, esperando ahora por Países Bajos por los cuartos de final.
El partido no se presentó fácil para el Seleccionado Argentino. Comenzó dominando la pelota sin encontrar los caminos para llegar al arco australiano. Bien parado, con una evidente fortaleza física lograba neutralizar ataques profundos de la Albiceleste. La virtud de Argentina fue la paciencia en ese tramo.
A los 35´ Lionel Messi destrabó el planteo australiano el partido con una exquisita definición en la primera jugada clara que tuvo el equipo de Scaloni. Previa jugada colectiva con velocidad y precisión cruzó una pelota con la sutileza de un distinto. 1 a 0 y alivio.
Argentina mostró en ese tramo final de la primera etapa y en la primer media hora del segundo tiempo su mejor versión. Hizo circular la pelota de un lado para otro e incluso ya con Australia más adelantado encontró espacios y ocasiones de gol en donde faltó la puntería del tiro del final.
Jugados 12´ del complemento una buena presión alta De Paul junto a Julián Alvarez sobre el arquero Ryan hizo que Julián robara y marcara el 2 a 0, parecía historia sellada con un largo trecho de partido aún por delante.
En los minutos previos, Scaloni cambió el dibujo táctico armando una línea de fondo con tres centrales y dos lateral con mucho aporte en ataque que dieron resultados.
Pero como suele ocurrir en las Copas del Mundo, se complicó. En este caso por una acción fortuita en donde un remate de un jugador australiano terminó rebotando en Enzo Fernández para descolocar al Dibu Martínez. 2 – 1, ganó en suspenso el partido.
Argentina erró goles que le podrían haber dado tranquilidad, dos claras de Lautaro Martínez previas jugadas de un Messi iluminado en el tramo final del partido.
Australia también tuvo dos clarísimas para empatar. Un jugadón maradoniano del lateral Aziz Behich casi termina en gol si no hubiera sido por el providencial cierre de Lisandro Martínez, émulo de aquel de Mascherano a Robben en la semifinal de Brasil 2014. Y sobre el final la tapada del Dibu Martínez, la primera plena que tuvo en todo el Mundial, pero clave para cerrar una clasificación dura, más sufrida de lo que podría haber sido.
Se vienen los cuartos de final, en el camino estará Países Bajos, el rival más exigente en los papeles. En silencio, sin brillar, con un equipo muy práctico y efectivo viene haciendo una sólida Copa del Mundo con tres victorias y un empate. Un rival, además, con un nutrido historial en enfrentamientos en mundiales.
Argentina ya logró meterse entre los ocho primeros, con un equipo que responde en el campo de juego. La ilusión está intacta, con un equipo que alimenta el sueño de los argentinos (y de una cifra indeterminada de hinchas argentinos en Bangladesh). Se dio un paso más, con mesura seguir esperando lo mejor de un equipo que contagia.