La empresa norteamericana de consumo masivo Kimberly Clark anunció el cierre de su planta de papel ubicada en Bernal, provincia de Buenos Aires, “como parte de su Programa de Reestructuración Global anunciado a principios de 2018, y en respuesta a la necesidad de la compañía de adaptarse a los cambios globales y reenfocar su estrategia a categorías de mayor valor agregado para los consumidores”, precisó la firma en un comunicado.
Estas instalaciones habían quedado obsoletas y hace varios años que ya se hablaba puertas adentro de cerrarla o renovarla completamente. Allí se producía papel higiénico y rollos de cocina, que ahora la compañía deberá importar de alguna de sus filiales. Desde la firma aseguran que esta decisión no tiene que ver con la actual crisis económica y el desplome del consumo.
Quedarían desvinculados 209 trabajadores, con los cuales se está negociando a partir de esta decisión. Según afirmaron desde la compañía, se cumplirá con la totalidad de las indemnizaciones y beneficios que contempla la normativa laboral vigente. Además, “se iniciaron negociaciones con las partes con el fin de acordar un paquete que contemple beneficios adicionales”, agregaron las fuentes.
Por otra parte, la firma presentó esta mañana un pedido para la apertura del Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) ante el Ministerio de Trabajo, un mecanismo obligatorio cuando se afecta a más del 15% de los trabajadores en empresas de menos de 400 trabajadores; a más del 10% en empresas de entre 400 y 1.000 trabajadores; y a más del 5% en empresas de más de 1.000 trabajadores. En este caso, la empresa se ubica dentro de este último grupo.
Denuncia de la Comisión Interna de los trabajadores de la papelera Kimberly Clark de Bernal que despidió 209 empleados @FMSecla1061 @jmsiniscalchi @gestion_a @YoSoyMartiniano @libermanmartin @LaVueltaFM @mayrasmendoza @DiGiuseppeWal @barbagutierrez @DePapeleros pic.twitter.com/pI4EpRL3xQ
— Portal Sur (@SurPortal) September 26, 2019
Desde la cartera laboral, sin embargo, aseguraron que todavía no fue ingresado el trámite, pero una vez oficializado, se fijará una audiencia entre las partes para analizar la situación de la empresa y evaluar si no existen mejores alternativas para evitar las desvinculaciones. Kimberly Clark cuenta con 523 trabajadores en la planta de San Luis; 432 en las oficinas porteñas; 230 en la planta de Pilar; y 214 en Bernal (que se quedarán desempleados, si no hay otra salida).
Entre las marcas que la compañía de origen estadounidense produce y comercializa en el país se encuentran los pañales Huggies, la línea de toallas femeninas y tampones Kotex, el papel higénico Scott, los pañuelitos Kleenex y los pañales Plenitud.
La planta de Pilar está dedicada principalmente al desarrollo de productos de protección femenina y para adultos. La que está ubicada en el parque industrial de la provincia de San Luis tiene el foco puesto en la producción de pañales para niños y adultos. Esta última es considerada una de las tres plantas industriales más grandes de dicha provincia, lo que la convierte en una planta modelo para las operaciones de Latinoamérica, afirmó la compañía.
Mediante el comunicado, la compañía aseguró que, con una trayectoría de más de 25 años en el país, se compromete a “seguir invirtiendo en la Argentina con el mismo objetivo que promueve desde su fundación: entregar a sus consumidores productos esenciales que mejoren su calidad de vida”. “En línea con sus valores, la compañía hará especial hincapié en el cuidado, el apoyo y el acompañamiento que sus colaboradores merecen durante este proceso”, remarcó.
Además, el parte de prensa aclara que la Argentina, casa matriz para el Cono Sur, sigue siendo un mercado clave para la compañía, ya que a través de sus operaciones, produce y exporta a 4 países de la región.
Un golpe más para el sector en el distrito de Quilmes que ya contaba con el antecedente del cierre de la papelera Ansabo de sesenta años de actividad, ocurrida a mediados de julio y que dejó a 49 familias sin su fuente de ingresos e incluso cobrando la úlltima quincena la en seis cuotas. Un panorama complicadísimo que no dista demasiado de la profunda crisis de todos los sectores de la economía argentina.
Nota: Eduardo Roust