Victoria y alivio. Independiente venció 1 a 0 a Fortaleza en el partido de ida de la primera fase de la Copa Sudamericana con un gol de Leandro Fernández a los 6′ del segundo tiempo.
Clima caliente se vivía en el Libertadores de América tras la decepción ante Racing. Obligación de comenzar a revertir un papelón de dimensiones históricas. Con algunas dudas, pero dio un paso adelante.
Ganó. Principal dato de la noche. El juego está en deuda, pero tenía que comenzar a dar vuelta la página. El equipo tuvo voluntad, pero lejos está de lograr una línea de juego. Fue desprolijo y si los brasileños no se llevaron algo más es porque una niebla nordestina se posó sobre los ojos de los jugadores del Fortaleza al definir. Malograron situaciones de gol muy claras.
Decíamos, Independiente tuvo más actitud, pero la claridad en el ataque es una deuda. El regresado Benítez flotó en el campo de juego como un satélite a la deriva, sin influir en el juego. Leandro Fernández decidía sistemáticamente mal.
Lo mejor del Rojo: Franco, de enorme partido, Campaña, Silvio y Lucas Romero. Bien por Alan Soñora que se acomodó a las necesidades tácticas pasando de volante ofensivo a lateral ante la tonta expulsión de Sánchez Miño.
Ganó el Rojo. Respira, toma aire. Ahora definirá el 27 de febrero en Brasil. La diferencia es mínima, pero tiene una a favor: no recibió goles. Convirtiendo uno en Brasil obliga a Fortaleza a hacer tres.
