Se Hará Justicia | Cómo actúan los ciberdelincuentes

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Nueva edición de Se Hará Justicia con la conducción de la Dra. Verónica Ottaviano. En esta ocasión con una entrevista a Leandro Montejo, ayudante fiscal de la Fiscalía  N° 1, especializada en Delitos Informáticos y Fraudes Digitales, del Departamente Judicial de Quilmes. Allí profundizó sobre acciones que llevan adelante en los casos de ciberdelitos y cómo actúan las bandas en estos casos.


A esta altura es muy difícil no conocer a alguien que fue víctima de un ciberdelito si no lo fue uno directamente. Puede ser con el hackeo del Whatsapp robando la identidad para pedir dinero, robar el dinero desde el homebanking o billeteras virtuales o directamente datos de la tarjeta de crédito para hacer compras. 

En el caso de las investigaciones se ocupan de rastrear las derivaciones del dinero robado y llegar a determinar a los autores del mismo, pero nada es sencillo porque incluye bandas con ramificaciones internacionales. 

“Las estafas o ciberfraudes suelen comenzar con llamados telefónicos donde piden datos o te dan un código. Suelen decir que llaman desde un banco, desde billeteras virtuales, del PAMI u ofreciendo descuentos en el Telepase o con remedios”, detalló Leandro Montejo, que trabaja en la Fiscalía N° 1 de Quilmes. 

“En 2024 ha habido 34 mil denuncias por ciberfraudes”, apuntó Montejo en una cifra que creció un 21% respecto al año 2023. Un delito creciente a partir de la cada vez más extensa utilización de teléfonos celulares o herramientas informáticas. 

El ayudante fiscal contó que las bandas tienen una aceitada operatoria mediante la cual al hackear una cuenta rápidamente comienzan a transferir en diversas cuentas para dificultar llegar al dinero. “Van triangulando utilizando mulas que cobran porcentajes por el dinero que pasa por su cuenta. El objetivo de la investigación es determinar quién efectivamente está operando esa cuenta, si es una mula o un ciberdelincuente que la utiliza”. 

“En muchos casos tienen estructuras similares al narcotráfico donde hay eslabones en la banda en donde cada uno cumple una función y donde quizás no se conocen entre sí”, indicó. 

También que han detectado que muchas de las ciberestafas parte de unidades penitenciarias desde donde operan los presos para seguir cometiendo ciberdelitos. La modalidad no es solo con llamados telefónicos, también utilizando datos de tarjetas de crédito y débito robadas. 

“Hemos descubierto que muchas de las estafas vienen desde las unidades penitenciarias a partir de investigaciones y allanamientos en penitenciarias. También que en algunos casos tienen ramificaciones a nivel internacional”, contó Montejo. 

CÓMO ACTÚAN LOS CIBERDELINCUENTES

Lo dicho, las ciberestafas vienen creciendo en número y en algunos con montos muy altos. Hubo un caso reciente donde a un juez de Quilmes le fue hackeado el whatsapp desde donde comenzaron a ofrecer a contactos una oportunidad para comprar dólares a un precio atractivo. 

“El delincuente, al tomar el control del aparato comenzó a enviar mensajes a los contactos por la compra de dólares. Uno de ellos transfirió 33 millones de pesos a una cuenta virtual que no era la del juez. Cuando intervenimos nos comunicamos inmediatamente con el banco para determinar a dónde había sido derivado ese dinero y que desde esas cuentas de destino se devuelvan los fondos. Van triangulando entre cuentas, pero por suerte pudimos recuperar gran parte del dinero”, puntualizó. 

Montejo contó que en el último se juntaron un grupo de bancos y billeteras virtuales a modo de cooperación para frenar estas transferencias. 

Otro caso fue el de un reconocido colegio de Quilmes que sufrió una estafa bajo la modalidad de phishing por el cual le fueron robados de la cuenta bancaria 120 millones de pesos. “Ahí el ciberdelincuente hizo más de 32 transferencias que luego se multiplicaron en 60 más y luego 80. Allí seguimos una ruta transnacional en una investigación que nos llevó a Brasil, Venezuela y otros países con los cuales no hay extradición. La banda tenía esas ramificaciones, pero la base estaba en la Ciudad de Buenos Aires”, relató. 

CRIPTOMONEDAS, ALLÍ TAMBIÉN LAS ESTAFAS

Con la utilización de criptomonedas crecen las estafas con esta modalidad. Montejo detalló que el sistema cripto está descentralizado y que muchas de las cuentas están ubicadas en lugares como las Islas Seychelles o el estado de Delaware que son guaridas fiscales y a donde no es posible llegar con requerimientos judiciales. 

“La Procuración de la provincia de Buenos Aires cuenta con un equipo interdisciplinario para investigar temas relacionados con las criptomonedas que nos brinda apoyo en caso de ser necesario. También hay otro sector que se llama SIC (Sistema de Investigaciones Criminalísticas) con una gran base de datos”, indicó.

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