La Academia venció 3 a 1 a Peñarol en tiempo de descuento logrando la clasificación a los cuartos de final de la Copa Libertadores. Dos goles de Maravilla Martínez y uno de Franco Pardo a los 94´. Se cruzará con Vélez en la próxima fase.
Un partido para el infarto, de esos que se recuerdan con el tiempo. Puro nervio y explosión sobre el final, también con el condimento de un penal polémico a favor de Racing sancionado por Wilmar Roldán. En un partido de mucha entrega de ambos equipos y que hasta el final estuvo abierto.
Una cancha que a pesar de la lluvia de todo el día estuvo en óptimas condiciones. Un Racing necesitado de ir a buscarlo y en el que rápidamente convirtió Maravilla empujando la pelota en el área chica en medio del empuje del equipo de Gustavo Costas.
Peñarol lo empató enseguida con un frentazo de Nahuel Herrera en un partido donde Racing arriesgaba, pero también sufría atrás.
Promediando la primera etapa, se puso parcialmente arriba en la cuenta con un frentazo de Marcos Rojo pero finalmente el gol fue anulado correctamente por un empujón.
En el complemento, la Academia iba al ataque contra un Peñarol abroquelado sobre su área. Un ferry puso para evitar que Racing convirtiera. Incluso tuvo algunas chances de contra.
A los 37´ de la segunda etapa llegó la jugada de la polémica. Wilmar Roldán sancionó, vale decirlo, una caricia de un jugador de Peñarol sobre Maravilla. Para más bronca de los uruguayos ni siquiera lo fue a ver al VAR. El nueve de Racing, implacable convirtió.
Sobre el final, cuando era todo nervio llegó la jugada que le dio un tono épico a la noche. Centro pasado de Martirena para que aparezca Pardo solo y con un frentazo marque el 3 a 1. El gol de la clasificación y que evitaba los penales.
Ahora espera Vélez, en un sueño que para Racing está más vivo que nunca.
