El presidente del Honorable Concejo Deliberante de Lanús y Vicepresidente del PJ local, recorrió esta importante institución en donde es protagonista el valor del trabajo colectivo, sostenido casi exclusivamente por instituciones y familias que resisten.
La deuda con las personas con discapacidad es histórica, pero hoy se profundiza. El Gobierno nacional no paga las prestaciones básicas, impidiendo el acceso o la continuidad de terapias esenciales. A pesar de que muchas personas cumplen con los requisitos, no se otorgan nuevas pensiones. Los talleres protegidos están congelados, con pagos irregulares, y el abandono del Estado se siente cada vez más fuerte. Mientras tanto, crecen la estigmatización, la exclusión y el abandono. Los derechos, en lugar de avanzar, retroceden. Visité “taller protegido al sur” un taller protegido de nuestra ciudad, donde personas con discapacidad elaboran panificados con esfuerzo, compromiso y dignidad. Allí se ve el valor del trabajo colectivo, sostenido casi exclusivamente por instituciones y familias que resisten. Hay que escuchar más y bancar más. A las instituciones, a los profesionales y, sobre todo, a las familias. Hay que combatir la crueldad del gobierno nacional. La inclusión no puede esperar.
