“La homofobia no es un hecho aislado cuando se aplaude desde un estado siniestro”
El Sindicato Unificado de Municipales de Avellaneda (SUMA) propone una reflexión sobre los discursos de odio por razones de elección sexual.
La organización gremial de municipales de Avellaneda, SUMA, emitió un comunicado con reflexiones sobre los discursos de odio, a raíz del asesinato de mujeres ocurrido días atrás en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. A continuación, el texto completo:
Desde el SUMA repudiamos los dichos del biógrafo de Milei, Nicolás Márquez, y responsabilizamos a su discurso homofóbico y a las acciones que lleva adelante el gobierno de su «amigo» Javier Milei por los atentados que se llevan a cabo contra ciudadanxs integrantes del colectivo LGBTIQ+
La agresión contra un grupo de mujeres por su elección sexual, quemándolas vivas e incendiando con ellas a más de 30 vecinos no fue un hecho aislado ni producto de un lobo solitario encendido de odio, es el resultante de un discurso que pone en hechos lo que este gobierno siniestro piensa y viene ejecutando desde su llegada al poder.
Dejar de lado políticas de inclusión por considerarlas innecesarias, no respetar las leyes de cupo, los tratamientos médicos autorizados por ley y considerar «enfermedad» a una elección sexual, no solo es el retroceso a un pensamiento medieval sino que planta un peligroso antecedente social, generando un odio que creíamos desterrado.
Sería bueno preguntarle a Márquez si no considera «enfermedad» consultar con el espíritu de un perro muerto los destinos de 40 millones de ciudadanos, tener que apagar las luces para dar un discurso, no sentir empatía por los que sufren o agredir gratuitamente y con odio a quien piensa diferente.
Quien hoy, desde el poder, se cubre con la ropa de las víctimas del Holocausto no es más que la muestra cabal de su verdugo (aunque todavía en pequeña escala).
Quien tiene una elección sexual diferente no hambrea jubilados, apalea trabajadores ni pretende ser el «elegido de Dios». Tampoco dice que su hermana es Moisés o que responde a “las fuerzas del cielo”. Por lo tanto, tiene la humanidad necesaria para ser sensible ante las necesidades y el sufrimiento de un pueblo, algo que Milei y su biógrafo no son capaces de sentir.
Por eso queremos repudiar esos dichos y llamar a la reflexión a todo el pueblo trabajador para que los discursos de homofobia, odio y racismo no se expandan. Es necesario reaccionar a tiempo para no terminar diciendo, como Bertolt Brecht, «ahora vienen por mí… pero es demasiado tarde”.