Fue una operación mediática y judicial clave en el tramo final de la campaña electoral de la provincia de Buenos Aires en 2015, que quizás haya definido la elección en beneficio de María Eugenia Vidal. A cinco años de esos días, finalmente, se conoció que el personaje implicado en el tráfico de efedrina y el triple crimen de General Rodríguez, La Morsa, no era Anibal Fernández, sino el ex agente de la SIDE, Julio Cesar Pose.
En los agitados meses de campaña electoral de 2015, Anibal Fernández, fue duramente castigado por los medios de comunicación con Clarín a la cabeza. Tras ganar una interna a Julián Domínguez (no sin varias leyendas urbanas sobre lo ocurrido en esa PASO), Fernández fue acusado desde el programa de Jorge Lanata de ser la Morsa, un personaje ligado al tráfico de drogas y al triple crimen de General Rodríguez. El arrepentido Martín Lannata, autor del crimen junto a otros dos sicarios, fue parte de la operación con testimonios en el programa Periodismo para Todos que agitaron el tema.
La revelación fue parte del diario Clarín, en una nota escrita por la periodista Virginia Messi. «Numerosas fuentes sostienen que Pose es “La Morsa”, apodo que se le atribuyó a Aníbal Fernández para incriminarlo en el tráfico de efedrina», a confesión de partes, relevo de pruebas, dicta una máxima del derecho.
Ahora, ¿quién era Pose? Un ex agente de la SIDE que fue desafectado a comienzos de 2002 y como muchos de los agentes continuó en una carrera freelance con vínculos con la DEA. La noticia toma estado público a partir de un operativo al que se llamó Flores de Acero donde fueron detenidos y procesados narcos y agentes por el tráfico de 44 kilogramos de cocaína.
