170 remedios gratuitos para jubilados / Lo anunció Alberto Fernández en un acto en Quilmes

En un acto en Quilmes, Alberto Fernández junto a la intendenta Mayra Mendoza y secretaria ejecutiva del PAMI anunciaron que a partir de este 11 de marzo habrá cobertura gratuita de 170 medicamentos.

Fue un acto de gobierno, pero también fue un acto camporista, donde desembarcó Alberto Fernández para confirmar la promesa de campaña. 170 medicamentos de enfermedades crónicas serán gratuitos para los afiliados al PAMI. Alberto expreso «Cuando les dije que los jubilados no iban a pagar más los medicamentos lo dije sabiendo que lo iba a hacer y hoy lo estoy cumpliendo», y afirmó que «se ha terminado todo tipo de corrupción» en el PAMI.

De la actividad, que se realizó este martes en el Centro Cultural «Leonardo Favio» de Quilmes, participaron la titular del PAMI, Luana Volnovich; la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, así como los ministros de Interior Eduardo de Pedro y de Ciencia y Tecnología, Roberto Salvarezza, además del presidente del bloque del Frente de Todos en Diputados, Máximo Kirchner. En ese marco, el mandatario dijo que otorgar medicamentos gratis a jubilados «no es dar un derecho que no existió, sino que es devolver un derecho que ellos sacaron», al recordar que el gobierno anterior recortó la entrega gratuita a quienes poseían un auto o un departamento.

«Hacía falta hacer los cálculos como corresponde, que no se robe, y que pongamos la prioridad en los que más necesitan, y esos son los jubilados que quedaron postergados durante todos estos años», aseveró el Presidente.

Durante el Carnaval, Jair Bolsonaro jugó al autogolpe y avanzó 10 casillas hacia el autoritarismo. El presidente difundió en sus grupos de WhatsApp un vídeo donde se convoca a los brasileños a protestar contra el Congreso: “15 de marzo. Gen. Heleno / Cap. Bolsonaro. Brasil es nuestro. No de los políticos de siempre”. El general Heleno es el ministro jefe del Gabinete de Seguridad Institucional. Unos días antes, molesto porque el Congreso desempeñaba su papel en lugar de ser un ventrílocuo de su jefe, el militar había sido sorprendido despotricando con otros ministros: “No podemos aceptar que esos tipos nos chantajeen. Que se jodan”. El despropósito autoritario del general motivó el contenido golpista de las manifestaciones programadas para el 15 de marzo por grupos de extrema derecha.

Hay que prestar mucha atención a lo que sucede en Brasil. El golpismo que encarna Bolsonaro no es el del siglo XX, sino el del siglo XXI. Como colegas de otros países, fue elegido presidente por votación. La democracia elige a los que niegan la democracia. No es casualidad que también nieguen la crisis climática. Son gestos conectados en el modelo autoritario actual.

El discurso con el que Bolsonaro salió elegido enaltecía la dictadura militar y despreciaba los avances logrados en la redemocratización del país. En el Gobierno, empezó a “denunciar” que no lo dejaban gobernar. El mensaje que ahora atraviesa las redes bolsonaristas es que los otros poderes, particularmente el Congreso y el Supremo Tribunal Federal, impiden que Bolsonaro “haga lo que Brasil necesita” y, por lo tanto, hay que cerrarlos.

Bolsonaro anida en su Gobierno un número inédito de generales. Es la cara explícita de su estrategia de intimidación en un país donde los asesinos de la dictadura andan por las calles. La base que lo respalda, sin embargo, son las policías militares, que están matando cada vez más en los barrios pobres. En los últimos años, estas fuerzas se han vuelto cada vez más autónomas y una parte se ha transformado en milicias. Bolsonaro y su familia tienen relaciones con milicianos.

Las pasadas semanas, policías militares del Estado de Ceará se amotinaron por mejores salarios, tomaron cuarteles y aterrorizaron a la población. El 19 de febrero, el senador Cid Gomes intentó retomar uno de estos cuarteles con una retroexcavadora y recibió dos disparos. Policías militares de otros Estados también amenazan con rebelarse. Una parte de estas fuerzas ya no obedece la Constitución. Su ídolo es Bolsonaro, un militar que, cuando era capitán del Ejército, planeaba colocar bombas en los cuarteles para protestar por los bajos salarios. Los golpes ya no ocurren de repente. La democracia en Brasil la están devorando como parásitos: desde dentro, un poco más cada día.
Y se preguntó: «¿Cómo pensar que por tener un auto un jubilado no puede tener medicamentos gratis? Esto no es dar un derecho que nunca existió: es devolver un derecho que ellos sacaron».

En tanto, admitió que «el ingreso de los jubilados es insuficiente, pero poco a poco lo vamos a ir resolviendo».

Por otro lado, elogió la «nueva generación política comprometida y decente» y, en ese sentido, aseveró que con Volnovich «se ha terminado todo tipo de corrupción» en el organismo, y «la plata que hay es para que los jubilados tengan mejores derechos».

Asimismo, anunció el envío de un proyecto de ley que está trabajando con la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidades, Elizabeth Gómez Alcorta, para «igualar las condiciones de trabajo» y no persistan las desigualdades entre los géneros, como por ejemplo, que sean «el 70 por ciento de las mujeres las que cobran la jubilación mínima».

Previo a la alocución de Fernández, Volnovich indicó que «no puede ser que los jubilados se tengan que endeudar para pagar los medicamentos, y por eso tomamos esta decisión para resolver este problema en un contexto difícil».

«Ha pasado que en los últimos años de una política económica espantosa los medicamentos empezaron a a ser un problema» y hoy «enviamos un mensaje al mundo de que los jubilados no van a ser un gasto a ajustar sino una prioridad de las políticas de Estado», aseveró la funcionaria.

Desde este miércoles, los jubilados tendrán a su disposición un vademécum de 170 medicamentos, cuyos principios activos se tomaron en base a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Confederación de Médicos de la Argentina y la de los afiliados sobre una base de las patologías más habituales.

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