El impacto de los tarifazos en la producción industrial fue el tema inicial de un Ciclo de Charlas por la Producción Nacional y el Trabajo Argentino en la Universidad de Lanús (UNLA). Un dato interesante acerca de la charla es que allí confluyeron diversos actores de la cadena productiva, entre ellos un representante de una cámara industrial, otro de un frente productivo local, uno cooperativo y, también, la mirada del sector sindical.
Por LEONARDO MARTÍN
La coincidencia en cada una de las intervenciones fue la extrema preocupación por el estado del sector productivo en nuestro país, en caída libre con las políticas de Cambiemos. Lejos del lamento, hubo un llamado a la acción, a la defensa de la industria nacional, a establecer alianzas entre sectores Pymes y trabajadores y a pensar un programa básico que incluya al fomento de la producción y el trabajo como bases imprescindibles de un proyecto político alternativo al actual.
Fueron parte del panel Héctor Amichetti (secretario general de la Federación Gráfica Bonaerense, Mario Derch ( Presidente de la Confederación General de la Industria), Daniel Moreira (Frente Productivo Lanús), José Sancha (CNCT) y Ricardo Braga (docente de la UNLA)
“HAY UN PROCESO ACELERADO DE DESTRUCCIÓN”
Desde diciembre de 2015 el panorama para la industria nacional se ha vuelto sombrío, especialmente para las pequeñas y medianas empresas, así como para las cooperativas. Tarifazos de los servicios básicos que llegan al 1500%, importaciones récords donde el déficit comercial de 2017 fue de 8500 millones de dólares y sólo en el primer cuatrimestre del 2018 de 3800 millones y un mercado interno deteriorado por la pérdida de poder adquisitivo son las causas de un presente muy complejo. A ello hay que sumar tasas de interés por las nubes que sirven para alimentar ganancias monstruosas en la timba financiera, pero paraliza a la economía real con tasas de financiamiento imposibles de afrontar.
El referente gráfico, Héctor Amichetti, habló de un “aceleradísimo proceso de destrucción” de la industria nacional, el docente Ricardo Braga “números devastadores para las pymes”. Para describir la situación, Amichetti hizo un repaso por la industria gráfica, un sector que sintió el impacto de la destrucción industrial de los años noventa y comienzos de siglo.
“En 2003 se imprimieron 32 millones de libros, en 2014 llegamos a imprimir 128 millones. Esto tuvo que ver, en parte, con la compra del Estado de libros que eran distribuidos en colegios y centros de estudio. El nuevo gobierno decidió no comprar ni un libro más” describió. “Sumado a ello vemos como hoy ingresan las importaciones, como en la aduana no se controla nada. Llegan libros, que como son un bien cultural, no pagan impuestos por su ingreso, pero cuando se revisa el contenido de los containers vimos entre esos libros manuales de los autos Toyota que no están alcanzados por la excepción de impuestos y que bien se podrían producir en nuestro país” detalló.
José Sancha de la CNCT agregó de “una tormenta perfecta” para el sector productivo “con los tarifazos, la caída del mercado interno y la apertura de importaciones” apuntando “que hay un proyecto deliberado de deprimir al mercado interno. El capital financiero hoy se devora al capital productivo” se lamentó.
Daniel Moreira, del Frente Productivo de Lanús, ilustró una situación dramática a partir de que “más del 90% de las Pymes vivimos del mercado interno”. En ese contexto las tarifas suben los costos de producción a un nivel insostenible. “En 2015 el promedio de las tarifas en la estructura de costos era del 5%, en 2018 (medido antes de los últimos tarifazos) es del 27%” puntualizó.
En un contexto de destrucción de Pymesm Mario Derch de la Confederación General de la Industria, advirtió que alrededor del 75% del empleo en Argentina es en pequeñas y medianas empresas por lo cual la quiebra de muchas de ellas, inevitablemente, va a llevar al país a una profunda crisis de empleo.
“TIENE QUE SER UNA CUESTIÓN DE ESTADO LOGRAR EL DESARROLLO”
Otra coincidencia en las diferentes exposiciones fue reclamar un rol activo del Estado para proteger a la industria nacional. “Tiene que ser una cuestión de Estado lograr ese desarrollo” afirmó el docente Braga. Amichetti agregó, “defendemos otro proyecto, que debe ser actualizado, pero es un proyecto de país que tiene la base en la producción y el trabajo”.
El dirigente gráfico propuso retomar y rediscutir la Constitución de 1949 sancionada durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón para recuperar herramientas básicas para el desarrollo de un país. Entre ellos el manejo de los recursos naturales, el manejo del sistema financiero como bases indispensables. En el caso de la energía considerándola “como un bien social” y no como un servicio rentable para negocios del sector privado.
“El manejo de la energía tiene que ser con una concepción de fomento para la producción” agregó Sancha. “Hoy los costos que manejan las empresas de energía están pensados en base a superganancias” descargó.
“TENEMOS QUE BUSCAR UNA SALIDA POLÍTICA A ESTE MODELO”
El criterio común expresado fue la necesidad de unidad entre las organizaciones sindicales y el sector empresario con una fuerte presencia del Estado para impulsar el crecimiento industrial.
“No sólo tenemos que juntarnos, tenemos que buscar una salida política y colectiva a este modelo” propuso Moreyra. “Tenemos que reunirnos en una organización que rechace estas políticas, pero que proponga otras” agregó Amichetti.
Sancha manifestó la necesidad de unidad “entre los sectores de la producción y el gremialismo”. Derch indicó “tenemos que preocuparnos sobre lo económico, pero trabajar sobre lo cultural, buscar un país más igualitario”.
Por último, Amichetti cerró, “La CGT debe hacer una alianza con los sectores empresarios de la producción perjudicados por este modelo económico. Se necesita organización y un programa que plantee el rumbo hacia donde ir”.