El martes de la semana próxima, la Ciudad empezará a labrar multas a aquellos automovilistas y motociclistas que ingresen sin los permisos correspondientes a la zona de restricción vehicular que hace un mes se extendió a las calles de Retiro y del casco histórico. Desde la implementación de la nueva área peatonal en el centro porteño, la entrada de autos disminuyó 38% los días hábiles entre las 11 y las 16, indicaron desde la Secretaría de Transporte porteña.
El gobierno persigue un objetivo desde hace varios años: priorizar la movilidad peatonal, en bicicletas o bien mediante el uso del transporte público en ciertas zonas de la Capital. Eso significa desalentar la utilización de autos particulares, sobre todo en franjas horarias de mayor congestión, para ordenar el tránsito y mejorar tanto la seguridad vial como la calidad ambiental.
El pasado 3 de abril, la restricción vehicular que ya regía en una zona del microcentro se amplió por un lado hasta la avenida Santa Fe y, hacia el extremo sur, se ensanchó hacia Belgrano. Carlos Pellegrini-Bernardo de Irigoyen y Leandro N. Alem-Paseo Colón completan el polígono con ingreso limitado (las avenidas continúan siendo de libre acceso para el tránsito general). Fue una primera etapa del plan denominado Centro Peatonal, que continuará en los próximos meses.
Desde entonces, la circulación de automóviles dentro de esa área pasó de un promedio de 8300 vehículos por día a 5150. En el gobierno porteño estiman que, una vez que comiencen a imponerse multas de $1300 por ingreso indebido, habrá un 50% menos de rodados en la zona de prioridad peatonal. La aplicación de las sanciones se hará efectiva el martes 15, luego del período de concientización entre los usuarios, que comenzó en marzo.
Ciertos automovilistas y motociclistas pueden seguir circulando por el sector restringido sin ser multados si cuentan con determinadas autorizaciones que se tramitan en el sitio web de la Ciudad.
Los vecinos que residen dentro del perímetro solo deben registrarse de manera gratuita. También están exentos, aunque deben inscribirse, las personas con discapacidad, los camiones de caudales y aquellos padres cuyos hijos asistan a los colegios dentro de la zona, entre otros.
En tanto, aquellos usuarios que poseen o alquilan un estacionamiento fijo dentro ese radio y los remises habilitados por otros distritos pueden solicitar un permiso anual por el que deben abonar $1560; así quedan autorizados a conducir dentro del horario de la restricción. Para los motociclistas rigen las mismas reglas, aunque están exceptuados los que hagan delivery o servicio de correo, siempre y cuando estén anotados en su registro especial. En este caso, no deben inscribirse en el sistema.
Desde el martes de la próxima semana, los que no tengan los permisos correspondientes percibirán la multa de $1300, casi tan cara como el costo de la autorización, que se tramita con validez anual.
La zona restringida -que ya abarca 213 cuadras, 86 del microcentro y 127 de Retiro y el casco histórico- se extenderá a 259 en octubre de este año cuando se sumen el área de Tribunales y sus alrededores. La tercera etapa se instrumentará en julio de 2019, cuando el horario de restricción se ampliará entre las 9 y las 18 en las zonas preestablecidas.
Control mediante tecnología
El microcentro peatonal cuenta desde 2016 con tecnología para controlar los ingresos. Funciona un sistema de reconocimiento de patentes que permite verificar los vehículos que ingresan, en tiempo real y de forma totalmente automática. Este mismo equipamiento se incorporó al área del programa Centro Peatonal para fiscalizar la circulación en las nuevas zonas.
Las cámaras capturan la imagen de los vehículos y hacen un reconocimiento de la patente. Cuando el software cruza esa información con las bases de datos oficiales, detectan cuál vehículo está en infracción y es susceptible de ser sancionado, y cuál tiene permiso para circular por el centro peatonal.
Cuando en 2016 se instrumentó este sistema en el microcentro, se redujo en un 61% el ingreso de vehículos dentro del horario restringido (de 5502 diarios a 2121).
Los límites a la circulación en zonas de las más transitadas de la ciudad, como el microcentro y el macrocentro, tienen una larga historia de opiniones a favor y en contra. Los defensores de este tipo de políticas opinan que se trata de una buena iniciativa, pero en la medida en que a la par mejore el transporte público. Los dueños y empleados de garajes dentro de la zona de restricción son los principales detractores, por considerar que afecta negativamente su actividad.
Informe: www.parabuenosaires.com