Un grupo de muralistas de Avellaneda salen a ponerle color a las paredes de la ciudad. La Municipalidad dispone de la pintura y los vecinos de las paredes. El resto es inspiración.
Jorge Alejandro Esteco es el artista que nos lleva de recorrida por esta galería de arte a cielo abierto por las calles de Avellaneda. La primera parada es en la esquina de Colón y Maipú. Pincel en mano, nos explica: “Este es un mural que incluye la esquina, de temática libre con una superposición de colores con todo lo que significan las figuras: un engranaje de sol que se va entrelazando, con un personaje que sostiene una casa”.
- ¿Vos propones la idea o se debate con el dueño?
- Yo directamente voy proponiendo la idea, me dan libertad para eso. Hay un boceto y va fluyendo la inspiración.
Jorge pertenece a “La Cuadrilla del Arte” que es una organización del municipio que propone intervenir diferentes cuadras con obras publicas donde se necesita embellecer, mediante una intervención plástica y una reafirmación estética para el edificio.
“En dos meses en esta zona ya hicimos cuatro murales: frente a la Comisaria de la Mujer, en Gancia, a mitad de cuadra sobre Maipú en un antiguo estacionamiento y en la esquina de colón y Maipú, todos de inspiración libre y con los sentimientos que pueda expresar plásticamente en ese momento”, afirma Esteco.
- ¿Trabajás solo?
- En la calle ahora trabajo solo, pero somos ocho compañeros que pertenecemos a la municipalidad, allí una persona nos sugiere cuadras, le preguntamos a los vecinos si quieren que pintemos la fachada.
- ¿Y cuál es la respuesta del vecino al que le realizan un mural en la fachada de su casa?
- Les encanta. Les gusta salir de su casa y encontrarse con otra cosa. Nosotros lo hacemos totalmente gratis para el vecino o el dueño del local, y el vecino agradece por este trabajo
- ¿Cuánto tardas?
- Estando solo un mural como este tardo dos semanas. Preparamos la pintura y comienzo a bocetar.
- ¿Es difícil hacerlo en esta escala?
- Los colores se vuelven diferente en esta magnitud. Es mucho más difícil que hacerlo en miniatura. Pero trasportarlo y llevarlo a estas medidas no es difícil.
- ¿Qué pasa cuando vas por la calle y ves una obra tuya?
- Siempre le encuentro detalles, para mí nunca está terminada. Es una cosa que le falta a los colores, desaparecen cosas. Le faltó algo al costado.
- ¿Cómo te llevas con los grafitis?
- Muy bien. El grafiti me parece un arte reconocible, totalmente puesto en valor. Me han hecho grafitis en murales y creo que se incorporaban. Yo mismo he hecho pinturas donde había grafitis y tratado de sumarlos en el paisaje.
- ¿Qué pared de Avellaneda te gustaría pintar?
- Ya pinte bajo los puentes, en la estación del tren y en los lugares más emblemáticos. Pero creo que en Avenida Mitre, en el mismo centro, sería un lindo lugar.
Jorge sueña con que sus murales lleguen a exponerse en el CMA (Centro Municipal de Arte) y llevar el muralismo a los distintos barrios, sobre todo a los más alejados del centro. Hace unos días estuvo en Villa Corina, donde pasaron el día haciendo un concurso de muralismo y realizando una pintura con la gente del barrio. “Pudimos pintar junto a los chicos, pasando un tiempo increíble”.
Textos y fotos: Pedro Ezequiel Fernández