Fue en la madrugada del 25 de enero. El reportero gráfico José Luis Cabezas fue secuestrado, ultimado con dos disparos en la cabeza incendiando posteriormente su auto con el cuerpo adentro. Un crimen brutal que conmocionó a la sociedad argentina y que dejó en evidencia la trastienda de disputas económicas y políticas del aquel tramo de la década del noventa.
José Luis Cabezas había nacido y crecido en Wilde, Avellaneda, el 28 de noviembre de 1961. Con el tiempo se había convertido en un reconocido reportero gráfico de la Editorial Perfil para la cual sacó una fotografía que le costaría la vida en una trama compleja de poder que a la distancia no termina de quedar del todo clara.
Cabezas había logrado tomar una imagen de Yabrán -hasta entonces un importante empresario sin una fotografía público- mientras este caminaba junto a su esposa por las playas de Pinamar en la temporada 1996. Ello se dio en medio de denuncias del por entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo, que denunciaba una mafia en el servicio de correo y en aeropuertos por parte de las empresas de Yabrán. Lo que Cavallo no contaba era que había un lobby público para la desregulación y el ingreso de empresas estadounidenses.
Tras realizar una cobertura de la fiesta de otro empresario telepostal Andreani en Pinamar, Cabezas fue secuestrado por una banda al que se dio el nombre Los Horneros que eran parte del mundo del Hampa en la zona de La Plata junto a integrantes de la policía Bonaerense. El cadáver de Cabezas apareció en un camino rural generando una reacción social de repudio y pedido de justicia que se extendió sobre ese tramo final de la década del noventa.
EL JUICIO, EL HOMENAJE
El juicio oral y público se desarrolló en el año 2000 por el cual fueron condenados los miembros de la banda, de la Policía Bonaerense y el jefe de la Custodia de Yabrán, Gregorio Ríos. Siete de los nueve integrantes recibieron cadena perpetua. Muchos recibieron prisión domiciliaria, dos han fallecido y otros se beneficiaron con bajas en las penas.
La familia de Cabezas lo recordó a José Luis con dos actos, uno de ellos en Pinamar, el otro en la cava ubicada en el kilómetro 385 de la ruta provincial 11, a la altura de General Madariaga, donde fue hallado el cuerpo calcinado del reportero gráfico.
