Reaparición pública de CFK: «Estoy viva por Dios y la Virgen»

Tras el atentado que sufrió la Vicepresidenta, reapareció públicamente en una actividad en el Senado de la Nación junto a curas villeros, curas opción por los pobres, hermanas religiosas y laicas. En tono reflexivo, allí se lamentó por la ruptura del pacto democrático pos 1983 de evitar la violencia política y reafirmó la necesidad de un acuerdo político y económico frente a la crisis del presente. 

«Estoy viva por Dios y la virgen«, afirmó Cristina Kirchner ante decenas de curas y religiosos, escenario que eligió para volver a la vida pública tras el fallido atentado.

«Los actos de odio y violencia siempre son precedidos por palabras y verbos de odio y de violencia. Primero es lo verbal y el clima va creciendo y se produce lo que produce«, reflexionó CFK, que evitó particularizar sobre Sabag Montiel y sus presuntos cómplices.

«Lo más grave no es lo que pudo haberme pasado a mí, lo más grave fue haber roto un acuerdo social que había desde 1983, que no fue solo votar y elegir a las autoridades, fue recuperar la vida y la racionalidad de que podamos discutir política erradicando la violencia. Lo que pasó el otro día fue una ruptura que debemos reconstruir urgentemente. Tenemos la obligación los argentinos de volver a un camino que costó mucho», reclamó la Vicepresidenta.

«Siempre hubo grupos, no mayoritarios, pero de gran poder que quieren suprimir y eliminar al que piensan diferente«, describió tras hacer un parelismo con un atentado que sufrió Hipólito Yrigoyen en 1929 y el posterior golpe de Estado del 6 de septiembre de 1930.

Cristina hizo referencia a la actual situación económica reconociendo las dificultades del presente. En ese marco hizo un llamado para «que tengamos un acuerdo mínimo. Tenemos inflación porque no tenemos moneda. Hay que reconstruir eso. Lo que me anima (a continuar en política) es ver si podemos salir«.

Recordó que durante su gobierno y el de Néstor Kirchner «había problemas», pero «al colegio se iba a estudiar y además te daban una computadora. Dimos el orden que la familia coma toda junta, que los pibes vayan al colegio a comer, que el obrero vaya a trabajar a la fábrica, el vendedor en su comercio. Había trabajo, esperanza».

Retomando el presente político en relación a la violencia destacó: «Con las leyes que hay alcanza y sobra, lo que hay que poner es mucha institucionalidad, mucho respeto democrático y cívico. No es posible reconstruir económicamente el país. ¿Se puede reconstruir la economía solo en un país donde se insulta y agravia? Hay que sentarse a discutir lo números, cuando se pone tanto adjetivo e insulto es porque no se quiere discutir en serio a la economía. La actitud de hablar con todos, con los que nos gustan y no nos gustan«.

Para despedirse les dijo al grupo de religiosos allí presentes: «Recen mucho por mí porque lo necesito».

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