Liga Profesional. Agónico empate de la Academia.

Ganaba el Ciclón 1-0, por la 11 fecha, con el tanto de Alexis Sabella, pero la Academia igualó en el descuento con Nery Domínguez; sin vencedores ni vencidos en el Nuevo Gasómetro.

En un clásico con varias urgencias, San Lorenzo tuvo el triunfo frente a Racing en sus manos, pero se le escapó en la última jugada del partido. Con errores, es cierto, los gritos aparecieron en el segundo tiempo. El Ciclón y la Academia no se guardaron nada e igualaron 1-1 con goles de Alexis Sabella y Nery Domínguez.

Aunque San Lorenzo y Racing llegaron a un cruce de esta magnitud urgidos por distintos motivos, un clásico vuelve especial el deseo de celebrar, lo redobla. Por un lado, porque a los de Avellaneda les cuesta muchísimo hacer goles, a tal punto que no habían convertido en sus últimos tres encuentros (todos empates por 0-0): Central Córdoba, de Santiago del Estero, Boca y Banfield. También es cierto que, por lejos, el equipo que dirige Claudio Ubeda tiene la valla menos vencida del torneo: apenas dos goles recibidos en 10 compromisos.

Mientras que el conjunto de Boedo, irregular, había sumado cinco de los últimos 21 puntos en juego, con una victoria, dos empates y cuatro derrotas consecutivas, por lo que estaba obligado a volver a festejar ante Racing. Y no se trata sólo de pensar en la historia: el fútbol le pide algo más a San Lorenzo. Habrá que ver si el empate -si bien queda mucho camino por recorrer- le signifique un impacto anímico negativo en la búsqueda por recuperar terreno y afianzar una idea.

En el afán por volver a la senda goleadora, Ubeda movió varias fichas en el ataque. El delantero y capitán de Racing, Lisandro López, volvió a la titularidad en reemplazo de Ignacio Piatti. Muy cerca se ubicó Tomás Chancalay, en tanto que Enzo Copetti y Javier Correa formaron el doble 9. Al cabo, un esquema del que formaron parte cuatro delanteros.

El comienzo del partido fue flojo. En general predominaron el esfuerzo y la entrega por sobre cualquier otro atributo. No faltó el coraje para disputar cada pelota, pero las ideas para elaborar un juego asociado escasearon. No había lujos ni mucha coordinación. Ambos equipos se perdían en fricciones y desprolijidades. Se repartían el dominio de la pelota y del partido. Amagó la Academia con un cabezazo desviado de Copetti y algunas combinaciones entre Lisandro López y Fabricio Domínguez. Sin embargo, para ambos, los arcos quedaban muy lejos. Apenas un par de remates desviados.

A San Lorenzo le costaba encontrar los caminos para superar la mitad de la cancha y Racing -sin sobresalir- exhibía una mejor imagen colectiva. Lo concreto es que el juego estaba concentrado en el medio campo, con dos equipos que adormecían el ritmo y no aceleraban casi nunca. Tal es así que lo más destacado del primer tiempo fue un caño exquisito de Lisandro López a Gino Peruzzi. Un lujo en el medio de un compromiso donde se corría mucho y se jugaba poco.

El inicio de la segunda parte también fue discreto. En Racing, la esperanza de ver algo distinto desde los pies de sus mejores intérpretes no encontraba respuestas. Las gambetas de Lisandro López y Chancalay surgían demasiado lejos como para intranquilizar a Sebastián Torrico.

Y como suele suceder cuando los partidos son apretados y con pocas acciones de riesgo, San Lorenzo encontró la ventaja tras un desajuste de su adversario. A los 13 minutos, Sabella capturó un error infantil de Juan Cáceres en un rechazo y sacó un derechazo esquinado, imposible de atajar para Gabriel Arias. No sólo fue el segundo tanto del juvenil de 21 años en el torneo local, sino que además sirvió para ponerle fin a la racha de la Academia de 529 minutos sin recibir goles (el último había sido de Silvio Romero en el clásico ante Independiente).

Cuando la ansiedad empezaba a crecer, San Lorenzo encontró el alivio del gol. La conquista no soltó al equipo local, es cierto, aunque trató de asfixiar a su rival en todas las líneas. En ese aspecto se destacaron una vez Andrés Herrera y Nicolás Fernández Mercau, siempre bien dispuestos para ofrecer soluciones.

Racing se olvidó de tácticas y posiciones y fue ciego en busca de la igualdad. Ubeda intentó algunas variantes con Darío Cvitanich, Matías Rojas y Carlos Alcaraz. Y en el clásico que se guardó las emociones para el final, la Academia encontró el empate con un bombazo de Nery Domínguez en tiempo de descuento. El zapatazo cortó la racha negativa de 381 minutos sin anotar. Una conquista que, en definitiva, le aportó justicia a lo que se vio en la cancha.

RESUMEN DEL PARTIDO:

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