Puente Pueyrredón: centro nacional de las protestas

El Puente Pueyrredón se ha convertido, al menos en los últimos 20 años, en uno de los principales centros de la protesta nacional. Solo en los últimos cinco días fue cortado en tres oportunidades. 

Antes de avanzar con el texto. Está claro que la situación social y económica del país es muy compleja, no van a encontrar en estas palabras un análisis de la protesta social a partir de los problemas de tránsito que generan los cortes y movilizaciones.

Desde la tremenda crisis económica del 2001/2002, el Puente Pueyrredón se ha convertido en un lugar simbólico de protesta, pero también un lugar estratégico por el enorme caudal de personas que circulan por allí hacia la Ciudad de Buenos Aires o regresando de ella. Cortar el puente da visibilidad en los medios de comunicación, también mete presión en los gobiernos para que atiendan demandas porque afecta a miles de personas.

Entre el viernes pasado y este miércoles, el puente fue cortado en tres oportunidades en horas pico y por varias horas. El viernes por la mañana fue cortado por una protesta de trabajadores tercerizados y despedidos de EMA, empresa que terceriza tareas de Edesur.  Al pasar en realidad lo que se veían eran, aproximadamente, 200 personas con banderas del Polo Obrero y el MST que se montan en conflictos donde los sindicatos que corresponden a la actividad hacen la vista gorda.

El martes desde el mediodía hasta horas de la tarde 50/60 personas volvieron a cortar el puente. Esta vez sin banderas, eran militantes de la Tupac que reclamaban alimentos y la liberación de Milagro Sala.

Este miércoles fue otra vez el turno nuevamente del Polo Obrero junto a otras organizaciones en el marco de una protesta de alcance nacional donde marcharon desde el Puente Pueyrredón hasta el Ministerio de Desarrollo Social sobre la Avenida 9 de Julio.

En cuatro días hábiles la zona fue en verdadero caos en tres días. A eso hay que sumar los arreglos del asfalto (en buen estado) de la Avenida Mitre para generar un desmadre total en el centro de Avellaneda. Cruzar cada esquina es un desafío por el tumulto de autos que doblan esquivando los cortes, las máquinas viales, y donde los peatones se juegan su salud.

La pregunta para hacernos son: ¿hasta donde se justifica el corte permanente del puente comprendiendo la crisis social que atraviesa la Argentina? ¿juegan las organizaciones de izquierda al cuanto peor mejor en un contexto electoral mientras negocian recursos para su desarrollo territorial?

Las preguntas no tienen una respuesta definitiva sobre todo en el delgado hilo de la crisis social, pero también es cierto que si este va a ser el tono de la campaña electoral complicando cotidianamente la vida de miles de argentinos se vienen meses complejos.

La situación sobre los cortes en el Puente Pueyrredón requieren una negociación atenta de las autoridades antes que produzcan, de seguir los conflictos buscando llegar a una resolución rápida,  de poner algún límites y algún tipo de protocolo frente a una situación que hoy se está comenzando a desmadrar.

 

 

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