Conflicto en Garbarino: «La empresa está actuando de mala fe»

Salarios sin cobrar desde abril, falta de diálogo con la empresa y un sombrío panorama de cara al futuro. Ese es el escenario de los trabajadores de Garbarino que en los últimos días vienen activando protestas en todo el país, incluyendo toma de locales, ante una crisis de imprevisible resolución.

Hoy por hoy es el mayor conflicto gremial que atraviesa el país con casi 4000 puestos de trabajo en juego y otros tantos que tomaron el retiro voluntario, con situaciones donde la empresa no cumplió con lo pactado pagando solo una cuota de lo acordado.  El miércoles habrá una audiencia convocada por el Ministerio de Trabajo, pero lo cierto es que hay una total desconfianza en la palabra de los representantes de la empresa.

La crisis del Grupo Garbarino alcanza a sus seis empresas: Garbarino, Compumundo, Digital Fueguina, Tecnosur S.A., Garbarino Viajes y la financiera Fiden. En el caso de Garbarino y Compumundo, sus trabajadores cobraron solo un 70% de los salarios de abril, en mayo solo la parte que corresponde al REPRO y aún nada de junio, tampoco el aguinaldo ni un  bono pactado para fin de año. Respecto a los locales de venta de electrodomésticos se vienen produciendo cierres desde el año pasado, agudizando la situación en las últimas semanas y desde el 1° de julio con un lockout patronal.

Al menos en la Ciudad de Buenos Aires y Conurbano, trabajadores  avanzaron con la toma de locales para evitar el vaciamiento, permanecen allí las 24 horas en los locales a la calle, en los shoppings la toma es parcial en horarios donde se encuentran abiertos.

En el último tramo del gobierno de Mauricio Macri y comienzos de 2020, Garbarino arrastraba una crisis económica, pero se mantenía en funcionamiento y cumpliendo con los sueldos. En junio de 2020, fue adquirida por el empresario Carlos Rosales, presidente del Grupo Prof (empresa aseguradora) y con la particularidad de ser el protesorero de la Comisión Directiva de San Lorenzo de Almagro.

«No tenemos ninguna respuesta de la empresa. No tenemos un peso, pero nos seguimos presentando en los locales. No dicen nada, no ofrecen nada, ni cuando van a pagar. La empresa está obrando de mala fe«, explica el delegado de local de Garbarino en Lanús, Alfio Saucedo.

«Carlos Rosales vendió todo un proyecto cuando compró la empresa, pero era todo una mentira. Nos mintió en la cara todo el tiempo, los indicios son que quiere llevar a la empresa a la quiebra. Es mentira que hubo un empresario al que le fue mal, En la pandemia vendieron menos los locales, pero las ventas por Internar crecieron un 500%. Hubo una actitud deliberada para que a este negocio le vaya mal«, afirmó.

«A la empresa ya no le creemos, no muestra intención de arreglar esto. Para nosotros es todo mentira. Hicimos todos los reclamos correspondientes», agregó.

Respecto a la actual situación informó que «la venta por Internet se mantiene, el problema es que los proveedores no están entregando productos por falta de pago. No hay para vender», indicó Saucedo.En el período posterior, desde la empresa plantearon una transformación del modelo de negocios con mayor énfasis de las ventas por los canales digitales, menos locales a la calle y de menor envergadura. Desde marzo se acentuó la crisis con mayor cierre de locales y e incumplimientos salariales. Incluso fue abierta la posibilidad de tomar retiros voluntarios, pautando un pago en cuotas del cual solo cumplieron abonando la primera. También existe falta de pago de las cargas sociales y aportes sindicales, así como deudas millonarias con los proveedores.

Hasta el 30 de junio se barajaba la posibilidad de una venta. El supuesto interesado era Facundo Prado, presidente Supercanal Arlink y CEO de la empresa Centrocard, pero finalmente se frustró la operación. Sin datos concretos, desde Garbarino deslizan que están negociando con posibles adquirentes, pero los trabajadores dudan ante los repetidos incumplimientos.

Un conflicto muy grande en cantidad de trabajadores afectados, con actores que parecen buscar el vaciamiento y con puntos suspensivos en la continuidad de una marca que supo ser líder en la venta de electrodomésticos poco tiempo atrás.

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