En un partido muy emotivo, con un expulsado por equipo y decisiones desacertadas de Pitana, Arsenal venció 4 a 3 a Independiente.
3 de enero y ya vimos uno de los partidos más entretenidos que tendrá el año. Arsenal venció a Independiente en el Libertadores de América 4 a 3 en un encuentro de ida y vuelta y con emociones hasta el último minuto. Tampoco quedó exento de polémicas por fallos arbitrales de Pitana.
Independiente necesitaba un triunfo para tener una chance matemática de acceder a la final de la Copa Maradona, Arsenal con el objetivo de mejorar el papel en el grupo de la Zona Campeonato.
Se dio un partido con muchos goles y otras tantas ocasiones erradas. Lo comenzó ganando Arsenal rápidamente con un gol de Lucas Albertengo tras un cierre defectuoso de Barboza que no es el primer error que comete en el cálculo de pelotazos largos. A los 33´lo empató Lucas Romero (de muy buen partido) con un remate de media distancia.
En el complemento el Rojo se vio obligado a salir a buscar el triunfo, también dejando espacios para que Arsenal golpeara en un contrataque. Así el equipo del Huevo Rondina sacó una nueva diferencia con un frentazo del uruguayo Candia (apuesta interesante en el Viaducto).
Independiente logró empatarlo con un bombazo de Jonathan Menéndez con aún un tramo largo de partido por disputarse, pero el Rojo no se serenó. Apuntó todos los cañones y fue a buscarlo desesperadamente, a todo o nada, dejando muchos espacios en el fondo. Un equipo partido que pareció quemar las naves rápidamente.
Así fue que Arsenal volvió a golpear con un tanto de Ramiro Luna (que venía de desaprovechar una jugada clarísima). 3 a 2. En el origen de esa jugada todo Independiente se quedó reclamando un penal a Velasco, que pareció que fue, pero no del modo tan exagerado en que lo pidieron los comentaristas en TV.
Un mérito, Independiente no bajó los brazos y así fue que la joya Alan Velasco marcó el 3 a 3 aún con 6 minutos más descuento por delante.
Pudo haber convertido el equipo de Pusineri, pero Messinitti malogró un gol increíble debajo del arco, también Arsenal con Ramiro Luna.
Sobre el final, otra vez Luna, puso cifras definitivas a un partido donde Independiente estaba quebrado con gran parte del equipo volcado en ataque y defendiendo como podía, situación agravada por la tonta expulsión de Alan Franco.
Arsenal se llevó un triunfo histórico, para saborear. Independiente mastica nuevamente bronca en un presente institucional y deportivo que se va ensombreciendo cada semana un poco más.
