Un 5 de mayo de 1991, Ricardo Enrique Bochini, jugaba su último partido como futbolista profesional en un partido entre Independiente y Estudiantes jugado en la vieja Doble Visera. Con 37 años se retiraba una gloria del fútbol argentino.
Si no hubiera sido el último partido de Bochini, nadie recordaría especialmente esa tarde. Fue empate 1 a 1 en una tarde soleada al que los hinchas fueron sin saber lo que sería el último partido del Bocha. Una patada artera del tristemente célebre y duro lateral Pablo Erbín ponía fin a una carrera de casi dos décadas en el fútbol profesional con 15 títulos, 714 partidos y 108 goles vistiendo la camiseta del Rojo. También un mundial al ser parte de la Selección Argentina en 1986.
Debutó en 1972, jugando toda su carrera en Independiente, algo impensado en estos tiempos. Ídolo máximo en el Rojo, un 10 emblemático, de los grandes de la historia del fútbol argentino.
Hábil y gambeteador en su juventud, cerebral en su madurez. Siempre decisivo y con la personalidad para aparecer en los partidos bravos con goles para la historia o pases gol. La final de la Intercontinental con Juventus en 1973, la final con River en 1978, con Talleres el mismo año, la final con Gremio en Brasil, partidos con Boca por campeonatos en la segunda mitad de los ochenta.
En su carrera obtuvo 14 títulos oficiales con Independiente: 4 torneos locales (Nacionales 1977 y 1978, y Campeonatos de 1983 y 1989) y nada menos que 10 torneos internacionales (Copas Libertadores de 1972, 1973, 1974, 1975 y 1984; Copas Interamericanas de 1973, 1974 y 1976, y Copas Intercontinentales de 1973 y 1984).
Con 37 años, el Bocha ya venía arrastrando lesiones. Una patada de Erbín -al que no se lo recuerda más que por eso- dejó al Bocha lesionado, precipitando el final de su carrera, pero un recuerdo para todos los tiempos.
