El rumor se va extendiendo y cada vez es más fuerte. Es posible que la cuarentena y medidas de «aislamiento» social se extiendan más allá del próximo 31 de marzo. No lo desmienten los funcionarios del Gobierno nacional e incluso el propio presidente Alberto Fernández deslizó la posibilidad días atrás afirmando que «no le temblará el pulso para prorrogar» el aislamiento obligatorio por el coronavirus «si es para tranquilidad, salud y cuidado de los argentinos».
La situación es inédita en la historia argentina. Un país entero en cuarentena para evitar la propogación del coronavirus. No es consuelo, pero es una situación que se repite a nivel planetario con cierre de fronteras y cuarentenas masivas en decenas de países.
El temor del Gobierno es que la pandemia a nivel local se expanda de un modo incontrolable generando contagios, muertes (ya van seis en el país) y un colapso generalizado del sistema hospitalario.
Las restricciones comenzaron el 13 de marzo con la suspensión de clases y muchos otros servicios acotados, pero la cuarentena más estricta se lanzó el viernes 20 de marzo. El objetivo primordial, bajar drásticamente la posibilidad de contagios.
Argentina tiene, por el momento, cifras y contagios que el sistema de salud puede absorber, pero el temor es la que la situación se dispare. Los especialistas mencionan que esperan el pico de contagios entre abril y mayo. Un buena contención inicial serviría para poner un freno a la dispersión del virus, disminuyendo los riesgos.
En ese contexto existe un gran temor por lo que pueda ocurrir sanitariamente y también a nivel social en los barrios populares del Conurbano. En muchos hogares con hacinamiento de propagarse el virus podría ser un verdadero desastre, por eso el énfasis en cortar lo máximo posible la circulación del virus.
Paralelamente, el impacto económico en los mismos barrios es devastador ante el parate generalizado. El Gobierno tomó medidas reforzando la AUH, jubilaciones y pensiones y con un monto de $10.000 para monotributistas de bajas categorías y trabajadores informales.
Ante esta situación los Municipios reforzaron la entrega de viandas de comida y alimentos a comedores escolares. También participaron de operativos el Ejército con comida como ocurrió en Quilmes. La urgencia toca el sector más sensible: el hambre.
En los próximos días se confirmará o no la noticia. Lo que podemos estar seguros es que la salida de la cuarentena tampoco será abrupta. Seguramente habrá instancias de descongelamiento. A partir de allí será urgente reactivar y retomar el pulso de la economía, la otra gran emergencia que ha desatado el coronavirus.
