CLÁSICO DE AVELLANEDA / Heroico triunfo de la Academia

Epico e inolvidable triunfo para Racing en el Clásico de Avellaneda. Venció 1 a 0 a Independiente con dos hombres menos prácticamente todo el segundo tiempo. El gol lo convirtió el Chelo Díaz. Durísimo golpe para el Rojo, un papelón para la historia.


Racing ganó uno de esos clásicos que hacen historia, de esos que se recuerdan a través del tiempo. Dominó el juego en igualdad de condiciones y con dos hombres menos resistió el tibio embate del Rojo y cuando tuvo una oportunidad convirtió. Apareció el chileno Díaz para definir suave y anotar el gol más gritado en el Cilindro en mucho tiempo.

¿Por qué lo ganó Racing? Por juego, por orden colectivo, por inteligencia para sostener el resultado en inferioridad númerica, por actitud y determinación. También porque tuvo enfrente a un Independiente sin alma, sin creatividad y sin inteligencia.

El primer tiempo Racing fue mejor, sin generar tantas situaciones, pero con dominio territorial y del pulso del partido. Mejor posicionado imponía condiciones, cortando los circuitos de juego de Independiente, recuperando rápido, haciendo ancho el campo de juego.

Se le empezó a complicar una noche que venía bien encaminada con una jugada desafortunada donde un rebote habilita a Cecilio Domínguez quedando mano a mano con Arias que fuera del área tuvo que frenar la pelota con la mano para evitar que el paraguayo se le escape. Sobre el final del primer tiempo primera roja de Patricio Lousteau que interpretó que fue último recurso.

El complemento comenzó con otra mala noticia. Codazo de Sigali a Leandro Fernández, roja directa. Tarjeta discutible, pero que no fue descabellada. El golpe está, muchos interpretan que pudo haber sido amarilla, pero el codazo existió.

A partir de ahí, Racing retrocedió. Se amuralló contra su propia área y cuando puso salir lo intento. Independiente, manejó la pelota, adelantó líneas, pero nunca tuvo claro como desequilibrar. Terminaba en centros sin dirección que rechazaban los centrales de Racing.

Tuvo algunas donde pudo convertir, pero ahí apareció Javi García con un par de intervenciones notables. Independiente tuvo una desesperante falta de ideas y de actitud. Pusineri hizo cambios, pero no logró despejar la ecuación.

A los 41´ llegó la gran jugada y el gol de Chelo Díaz, que además hizo un partidazo. Inteligente para recuperar, para anticipar la jugada y finísimo para definir. Como diría un viejo relator, una caricia al fondo de la red.

Desde ahí en más Independiente se descontroló, se hizo echar dos jugadores y dio una imagen penosa. Como para replantearse profundamente muchas cosas.

Fue una de esas derrotas duras, que rompe vínculos entre hinchada y plantel y de las que traen impacto político en una interna cada días más agitada en el Rojo. Algo se rompió y contra Racing, uno de los refugios que Independiente tuvo en épocas de malaria. El equipo jugaba mal, pero los clásicos eran favorables. Hoy juega mal y pierde contra Racing. Panorama negro.

Para Racing lo de hoy fue historia. Ganó con nueve, empezando a recuperar terreno y autoestima en clásicos que le fueron más bien esquivos por muchos años. El Racing positivo, los títulos y ahora gana los clásicos a como Independiente se los ganaba hasta hace no mucho tiempo. También un soplo de aire para Sebastián Beccacece, cuestionado en la semana, hoy se anotó un partido para la historia. Respira mientras ve en la pantalla como subieron sus acciones en el mundo Racing después de una semana de dudas y en la cual una derrota lo iba a dejar en un lugar muy comprometido.

Alegría inmensa para Racing, preocupación y dolor en un Independiente cada día más lejos de lo que en algún momento logró ser.

 

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