Diputados se reunirán a las 15.30 y Senadores desde las 16 para tratar diferentes proyectos de Resolución y Declaración en repudio al golpe de Estado. Cambiemos intentará llegar con un texto consensuado en la Cámara baja, pero las tensiones internas son fuertes dentro del espacio.
Un grupo de diputados de la oposición formalizó el pedido para realizar una sesión especial para repudiar el golpe de Estado en Bolivia. La solicitud incluye la firma de varios legisladores peronistas, la izquierda y a un oficialista.
El pedido de sesión especial fue realizado por diputados nacionales de la oposición como Felipe Solá, Daniel Arroyo, Leonardo Grosso, Victoria Donda, Agustín Rossi, Nicolás del Caño y Andrés Larroque, aunque también contó con el apoyo del legislador del PRO Daniel Lipovetzky, que viene en retirada dentro del espacio oficialista.
Felipe Solá, que suena fuerte como el futuro canciller del gobierno de Alberto Fernández, expresó: «Hemos citado a Sesión Especial a la Cámara de Diputados para rechazar el golpe de Estado consumado en Bolivia, más allá de nuestras ideas políticas. Defendamos las instituciones ahora para no tener que arrepentirnos mañana«.
Al respecto, la integrante de la Cámara baja y referente de Consenso Federal, Graciela Camaño, subrayó que «sería importante» que el Poder Legislativo se pronuncie para «rechazar el golpe de Estado, habida cuenta de la distorsión en la definición de golpe de Estado que hace el Ejecutivo».
La oposición presentó cuatro proyectos de resolución y uno de declaración para condenar la crisis institucional en el vecino país.
En líneas generales, las distintas iniciativas reclaman el «restablecimiento del orden constitucional y la democracia«, repudian el «golpe de Estado cívico-militar» contra el presidente boliviano, Evo Morales, y piden que termine «de inmediato la injerencia de las Fuerzas Armadas y de Seguridad«.
Dentro del bloque de Cambiemos la situación se presenta más compleja a partir de una mirada diferente dentro de los diputados de origen PRO y los radicales. Tanto Mauricio Macri como la Cancillería encabezada por Jorge Faurie evitaron hablar de golpe utilizando la palabra «transición» y «fraude» para describir la situación en Bolivia. Los radicales, por su lado, si salieron a repudiar el golpe. Una interna que presagia una convivencia áspera en la reconfiguración de la nueva Cámara.
La intención del oficialismo es llegar mañana al recinto con un proyecto diferente al de la oposición ya que en Cambiemos se hace hincapié en las denuncias de fraude de la elección de Evo Morales, en sintonía con la posición de la OEA, previa a la crisis que derivo en la renuncia del exmandatario boliviano.
En Cambiemos, hay quienes consideran que se trata de una crisis institucional derivada de decisiones del presidente renunciante -sobre todo PRO y la Coalición Cívica-, y un sector de la UCR que promueve la necesidad de un repudio directo, a lo que califican como un golpe de Estado.
En tanto, la Presidencia de la Cámara de Senadores convocó este martes a sesión especial ante el pedido hecho de la oposición que lleva las firmas de los presidentes del bloque Justicialista, Carlos Caserio, y del Frente para la Victoria, Marcelo Fuentes; además de otros legisladores como las kirchneristas Anabel Fernández Sagasti y Ana Almirón y los «albertistas» Alfredo Luenzo, Guillermo Snopek y Pedro Guastavino, entre otros.
El documento que el justicialismo pretende aprobar también insta «al Poder Ejecutivo a pronunciarse en contra de este golpe cívico-militar que interrumpió el orden democrático y constitucional» de aquel país.
Asimismo, exhorta al gobierno de Mauricio Macri a que «conceda asilo a cualquier integrante del gobierno» de Evo Morales «que así lo solicitara, a fin de garantizar la protección de su vida, su libertad y su integridad».
Desde el interbloque de Cambiemos, en tanto, deslizaron que recién mañana poco antes del mediodía, en reunión de senadores resolverán si presentan un dictamen propio.
