Maxi Alvarez de Olivera, candidato a intendente de Avellaneda por Consenso Federal fue entrevistado en FM SECLA. Las principales definiciones.
Recta final de la campaña electoral a nivel nacional, provincial y municipal. Los candidatos hacen su último esfuerzo en campañas que suelen ser desgastantes y exigentes en tiempos y energía.
Uno de los que tiene su bautismo de fuego en las urnas es Maximiliano Alvarez de Olivera, candidato a intendente de Avellaneda por Consenso Federal, la fuerza que lidera Roberto Lavagna a nivel nacional y que pugna por convertirse en una tercera opción en las elecciones del próximo 27 de octubre.
Maxi Alvarez de Olivera, como su apellido lo demuestra, proviene de una familia de larga tradición polìtica. Su padre es Baldomero “Cacho” Alvarez de Olivera, intendente de Avellaneda entre 1991 y 1999 y entre 2003 y 2009. “Es una responsabilidad enorme para mí esta candidatura y empezar esta carrera política”, cuenta Maxi. “Para mí es importante, además por la historia política de mi familia”, agrega.
“Ser el hijo Cacho me abre muchas puertas así como me cierra otras. Yo lo que quiero llegar a ser es Maxi, hace mi propia historia, llevo con orgullo la historia familiar”, responde sobre su prosapia familiar.
Consenso Federal tuvo una interna apretada en Avellaneda en la cual se impuso Maxi Alvarez sobre la candidatura de Cristian Frattini. Una interna donde no se cumplió el acuerdo habitual del que pierde acompaña. “Cristian no acompañó”, admite, pero esquiva la polémica. En cuanto al armado previo, consultado sobre el porque no se llegó a una lista de unidad el espacio, deslizó: “Habría que preguntarle a Cristian el porque de no realizar una lista de unidad”, en tono sin ánimo de polémica, pero con algún reproche sobrevolando la charla.
Ingresando en el terreno de las propuestas y su evaluación de la Ciudad en la actualidad repasa: “Afortunadamente Avellaneda tiene un proyecto de largo plazo desde hace 20 años. Lo que sí hay una falta del Municipio en ordenar las prioridades, atacar prioridades que tiene el partido. Tenemos un Estado aislado, que inaugura obras, pero no atiende cosas urgentes, cotidianas”.
“El sistema de salud es muy frágil, las unidades sanitarias están desbordadas, sin los materiales adecuados; no tenemos un sistema para apoyar a las pymes y a los comercios. Desde 2015 por decisión de Ferraresi no tenemos hospital municipal, decidió sacárselo de encima. Avellaneda recauda mucha plata por recaudación propia y por coparticipación”, critica Maxi Alvarez.
LA RELACIÓN CACHO – FERRARESI
En 2009, tras la derrota electoral de medio término del Frente para la Victoria en la provincia de Buenos Aires, “Cacho” Alvarez, entonces intendente de Avellaneda fue convocado a la gobernación bonaerense por Daniel Scioli. Allí quedó Jorge Ferraresi como intendente, cargo que desde ese año ostenta en el partido y una relación quebrada con Cacho.
Consultado sobre si su padre se arrepiente de aquella decisión manifestó: “No lo creo, fue muy importante para ese momento de la política. Seguramente pagó costos pero no se arrepiente, peor hubiese sido que quede Laborde”.
“Hoy mi viejo está al lado nuestro, es una nuestra conducción. Nos pide estar cerca de la gente”, agregó.
Consultado sobre el reciente paso de su espacio político por Cambiemos manifestó “no renegar” de haber participado, a lo cual añadió “a veces uno se equivoca”.
“Creíamos que venían a hacer otra cosa, que íbamos a poder llevar adelante lo que nosotros sabemos hacer que es la política territorial. La gente de Cambiemos nunca entendió eso ni lo va a entender. De todos modos valoramos a gente como Maxi Gallucci y Vinagre, pero no al partido”, disparó.
Por último, ante la pregunta sobre porque elegió ser candidato a intendente en su primer elección y no empezar compitiendo como Concejal expresó: “Yo no quiero un cargo, hoy no me interesa ser concejal. Lo que quiero es poder cambiar la realidad de la gente”.
ENTREVISTA: Pedro Fernández y Pablo Guillermo / TEXTO: Leonardo Martín
