En la previa del partido entre Arsenal y San Lorenzo se hizo un homenaje a Carlos Nanni, vecino de Sarandí, miembro fundador y parte de la vida de Arsenal durante años. El vestuario de árbitros de ahora en más llevará su nombre.
Los historia de los clubes de fútbol tienen un terreno común para sus hinchas: los títulos, las decepciones, los grandes jugadores, los clásicos, algún que otro partido con disturbios que son parte del recuerdo colectivo. Pero también hay otras historias, anónimas la mayoría de ellas, que se tejen alrededor de los clubes y de las personas que entregan una parte de su vida y de su pasión por amor a los colores, a una institución.
Carlos Nanni fue uno de esos socios e hinchas, también dirigente, que escribieron una microhistoria dentro de la historia de Arsenal de Sarandí. En el partido del viernes pasado, en la previa del cruce con San Lorenzo, esa historia fue honrada nombrando al vestuario de árbitros con su nombre. Sobre la puerta metálica de un rojo intenso ha quedado la inscripción: «Vestuario de Árbitros Carlos Nanni». Merecido homenaje a uno de los socios fundadores, además de un personaje entrañable de la historia del club.
Durante años, Nanni se encargó de las ternas arbitrales a las que recibía con la amabilidad que lo caracterizaba, algo que muchos árbitros y líneas pueden ratificar. Pero su historia y vínculo con el club era mucho más profundo. Fue parte de la barra fundadora, participó de su crecimiento y durante décadas siguió a Arsenal por toda la geografía argentina peregrinando junto al club por estadios desde la D hasta la Primera División en un fanatismo incansable.
Siendo una persona de extrema humildad, contaba orgulloso que durante más de 10 años no había faltado a un solo partido y que era la persona que más partidos de Arsenal había visto, algo que nadie rebatía. Tomaba su auto y junto a su esposa Lidia recorrían los kilómetros entre Sarandí y la cancha donde tocará jugar. Podía ser Rosario, Córdoba, Salta o San Juan, lo que no variaba era la presencia de Don Carlos, en algún momento con su infatigable Renault 21 Alice que todavía algunos recuerdan.
Sumado a ello, también fue fuente de consulta en su faceta de historiador y archivista atesorando decenas de carpetas con recortes de diarios de cada partido de Arsenal, formaciones y estadísticas. Un trabajo puntilloso, de un generosidad silenciosa. Siempre dispuesto para compartir historiales, estadísticas de los arbitrajes, recuerdos de partidos muy puntuales con los periodistas que acudían a él y que siempre recibía. Un combustible informativo para transmisiones, programas de radios, diarios y webs partidarias.
A comienzos de 2017, Carlos Nanni falleció. Con él, como con tantos otros, se fue un pedazo de historia, un recuerdo vivo. Ahora tiene un pequeño espacio que lo recuerda, a una de las personas más amables y querible de aquellos que construyeron el día a día de Arsenal durante décadas. Desde donde sea, con su humildad de siempre, le habrá sacado un sonrisa mientras acomoda más carpetas resguardando celosamente la historia del club con sus infinitos recortes.
LEONARDO MARTÍN @leomartin99
