Poetas por el Derecho al Aborto Legal / «Ubicar a la mujer en el lugar de sujeto deseante y no como objeto de deseo»

Rosa Rodríguez Cantero, Francisca Pérez Lence y Valeria Ortiz integran el colectivo Poetas por el Derecho al Aborto Legal. Las editoriales independientes, la autogestión, las clausuras de espacios culturales y la violencia de género son las principales luchas que encabezan estas mujeres. En diálogo con Pedro Fernández y Victoria Lencina, las integrantes del colectivo profundizaron sobre estas problemáticas.

Por VICTORIA LENCINA

En los últimos años, ha crecido exponencialmente la cantidad de agrupaciones poéticas locales que expresan un férreo compromiso social y político. El fenómeno se vislumbra en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en el Conurbano, Rosario y otras regiones del país.

Francisca Pérez Lence, oriunda de Avellaneda, integrante del Colectivo Poetas por el Derecho al Aborto Legal afirma, “hay algo en el Conurbano que es ir gestando lazos y redes que, por momentos, parece que somos siempre les mismes. Parecemos la misma persona que lee igual, pero la verdad es que hay que valorar la construcción de lazos afectivos, comunitarios y artísticos que hacen que los centros culturales estén cada vez más llenos de poetas. Es importante también destacar que nosotras formamos parte del colectivo de poetas que está comprometido con una lucha política y feminista explícita”.

En el contexto actual de crisis económica uno de los sectores más afectado es el cultural. Valeria Ortiz, poeta de Lanús, comenta que la manera de sobrellevar esta situación es “poniendo garra. Si me invitan a una radio enseguida le digo a otras chicas. Esas conexiones llevan a sobrevivir, surfeando la ola de la crisis. Se sobrevive hermanadas. Todas nos unificamos. Que les compañeres podamos llenar esos espacios propone una nueva perspectiva de lo que es el arte y de lo que queremos proponer como arte”.

Rosa Rodríguez Cantero tiene 72 años, es de Berazategui, lleva el cabello teñido de verde y tiene publicados dos libros: Pólvora en Chimangos y El Amor en Tiempos del Pami. Madre, abuela y bisabuela, comenta que acompaña a sus nietas a las marchas y se pone glitter en la cara. “Creo que hay un poco de confusión en la gente. Una vez me paró un chico y me dijo: ‘¿cómo puede ser que a tu edad estés a favor del aborto?’ Y le digo: ‘yo no estoy a favor del aborto. Ninguna mujer está a favor del aborto. Yo no le voy a decir a mi nieta que coja tranquila porque después el Estado le va a pagar el aborto. No es así. Uno está a favor de que se legalice para cuando es necesario. Pero ninguna mujer que haya pasado por eso puede estar a favor de que todas salgan a hacerlo”.

Rosa Rodríguez Cantero

Habitualmente en los géneros literarios como el pornográfico se suele tematizar el deseo femenino como un calco del masculino. Rodríguez Cantero propone ubicar a la mujer comosujeto deseante”, alejándola de la figura convencional de “objeto deseado”: “El sujeto deseante es que si un tipo me gusta, poder decirlo. Mirá, hace tres años participé de una muestra de fotografía sobre la masturbación femenina. Los chicos pueden decir a cualquier edad que se masturban, nosotras no podemos decirlo. Eso de objeto de deseo… Yo me casé a los 17 años. Feliz de que un tipo me hubiera mirado, y se hubiera casado conmigo. Me casé embarazada, feliz de que un tipo hubiera reconocido a mis hijos. Y después mi vida fue un desastre, pero yo me sentía afortunada porque no iba a quedar para vestir santos. Después, cuando pasan los desastres, que una se queda sola con los chicos ahí te das cuenta de que una vivió equivocada, manejada por mandatos y por la culpa. La iglesia es muy manejadora con eso de las culpas. Si decíamos o sentíamos estábamos pecando, vivíamos agobiadas por eso”.

La mujer es víctima de acarrear la culpa judeo-cristiana que estigmatiza el cuerpo femenino desnudo vinculándolo a lo impuro, lo pecaminoso y al deseo sexual voraz. Francisca Pérez Lence agrega: “mi última plaqueta se llama Esto no es un acto masturbatorio. A una, a veces, le da mucha culpa ocupar espacio por el simple hecho de estar diciendo algo que quizás incomoda. A mí me pasa mucho con la tapa de la plaqueta que es una concha masturbándose. Por momentos, me da vergüenza. Es un poco también el costo que tiene reivindicar una posición política y artística”.

En nuestra sociedad de hoy, la tercera edad aparece relegada en cuestiones sexo-afectivas. La imagen de dos abuelos recostados en una cama teniendo relaciones sexuales genera rechazo y un fuerte disgusto. Pero, ¿por qué sucede esto? Rosa interviene y manifiesta: “Es que la gente grande no quiere tener sexo. Es tan importante porque es lo único que nos vamos a llevar. En el libro El amor en tiempos del Pami, enfoco el amor desde la vejez. No somos cuerpos muertos. No somos bolsas de vísceras, de quejas, de remedios, de presión. Somos seres con todos los deseos y tenemos el derecho y la obligación. Yo no digo tener sexo salvaje porque ya no se puede, pero a veces acariciarse, dormir abrazados o buscarse las cosquillas, contarse historias es también hacer el amor. Uno se acuesta con ese remanente de ternura y de placer. El amor da mucho placer”.

Valeria Ortiz

Martes verde es un libro que reúne poemas de 54 autoras argentinas. Varios de sus pasajes fueron leídos durante las jornadas de vigilia frente al Congreso de la Nación por la aprobación del proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en el 2018. “Mujeres, pañuelos verdes, lucha, revolución, reivindicación de derechos, pedidos de justicia. Pero, en realidad, Martes Verde es todo eso y mucho más. Es demostrarnos a nosotras y al mundo entero que somos, que podemos, que usaremos como, hasta ahora, la poesía como arma de resistencia, de oposición, pero también como elemento de comunicación, de transmisión, como un documento que les dirá a todos que acá plantó bandera la colectiva de Poetas por la legalización del aborto” cierra Rodríguez Cantero.

Francisca Pérez Lence
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