ALBERTO – CRISTINA / Apuntes sobre una jugada de alto impacto

Cristina sacudió el tablero político nacional anunciado con un vídeo en las redes sociales que será la precandidata a vicepresidenta en una fórmula que encabezará Alberto Fernández. Desarrollamos algunos puntos de una jugada de alto impacto.

Por LEONARDO MARTÍN 

1 – Nos levantamos un sábado más de mayo y sin ninguna señal previa o filtración  nos encontramos con un vídeo de doce minutos en donde Cristina hace el anuncio de la fórmula presidencial, realizando, además, una evaluación demoledora sobre la gestión macrista. “Habrá que gobernar. La situación del pueblo y el país es dramática” dice Cristina en el video. Punto a favor el factor sorpresa de un anuncio inesperado que descolocó a todo el arco político opositor a Cristina.

2 – La gran pregunta, ¿Por qué Alberto Fernández y no ella? Ya se sabía que tras las elecciones legislativas de 2017 donde AF fue el jefe de campaña de Randazzo, comenzó el deshielo de una relación que tiempo atrás había sido de extrema cercanía, pero que tras el conflicto entre el gobierno de Cristina y las patronales agrarias había quedado roto. Parecía irreconciliables porque, además, Alberto también había sido una figura central en el Frente Renovador. En los últimos meses la relación había mejorado sensiblemente, con diálogos sobre las decisiones pasadas que provocaron las diferencias y restañando heridas profundas.

Cristina cambió, puso sobre la mesa su perfil más estratégico. Probablemente se haya dado cuenta que en esta etapa necesitaba tender puentes con sectores del peronismo con los que parecía tener tener relaciones sin retorno. Generar una alternativa triunfadora con suficiente fortaleza para enfrentar los desafíos de una Argentina megaendeudada y con una economía en una caída sin piso firme. La derrota en las legislativas 2017 con Esteban Bullrich fue aleccionadora. Allí se negó a competir con Florencio Randazzo  en las  PASO, quitándole su ex ministro del interior cinco puntos que fueron definitorios para el triunfo de Cambiemos. (Pregunta Anexo, ¿por dónde andará Florencio en estos días?).

Alberto, después de sentir el desprecio tras haber sido una pieza clave durante del Gobierno de Néstor, dejó atrás las diferencias y las acusaciones de haber sido un hombre ligado a Clarín y de trabajar para la división del campo nacional. Esa decisión lo pone muy cerca de ser el presidente a partir de diciembre de 2019. Dejar rencores atrás suele ser una decisión práctica en múltiples aspectos de la vida. En política es esencial.

3 – La fórmula presenta un indudable potencial ganador de las elecciones de octubre. Cristina aporta un piso alto de votantes. Encuestadores señalan que oscila entre los 35 puntos y los 40 puntos y en crecimiento. La figura de Alberto puede atraer esos votos que faltan porque, básicamente, es un puente confiable para sectores peronistas no kirchneristas. Acerca al Frente Renovador y a gobernadores que a fuerza de pragmatismo dejen de lado apuestas de dudosa efectividad para acompañar una fórmula con mayor caudal electoral. Allí estarán en juego estrategicas bancas de diputados y senadores. Si la fórmula nacional que lleven los gobernadores no es competitiva muchas quedarán para otra fuerza, algo siempre desaconsejable. 

4- Otra pregunta por 10 mil puntos. ¿Qué hará Sergio Massa?  La pieza que falta para cerrar una fórmula con un muy posible triunfo en primera vuelta. Hoy dio indicios de acercamiento, “tengo mucho respeto por Alberto”, “Cristina comprendió que la grieta lástima a la Argentina” fueron las palabras del tigrense. Los próximos días serán cruciales y aquí otra pregunta, ¿Qué lugar políticamente tentador hay para Massa? Básicamente tiene que ser uno que le de proyección futura, ¿es la provincia de Buenos Aires?

5 – También cotiza por 10 mil puntos más la pregunta por el futuro del peronismo federal. ¿Es posible una gran interna abierta de todos los sectores del peronismo? ¿Massa se queda o se aleja? ¿Lavagna aceptará un interna? ¿Y los gobernadores? Alternativa Federal hoy tiene más para crecer entre votantes macristas desencantados que posibilidades de perforar la fórmula Fernández – Fernández. La apuesta es lograr el segundo lugar desplazando a Macri algo que hoy no parece sencillo, pero tampoco imposible frente a la caída de Macri y a una economía en crisis.

Alternativa Federal si pretende ser una tercera fuerza necesita competitiva mínimamente debe conservar a Sergio Massa. Una hipotética partida dejaría al espacio malherido y, a priori lejos en la competencia.

6 – Volviendo a Cristina. El éxito de las estrategias se comprueban en el largo plazo, el tiempo dirá si es efectiva para los objetivos propuestos o si fracasa. Lo que no se puede negar es que fue un movimiento de piezas inesperado, que dejó tambaleando a la oposición y que convenció mayoritariamente a los propios. Es una Cristina con más apertura, que comprendió la necesidad de salir de su núcleo duro y de recomponer relaciones con el movimiento obrero y con el Partido Justicialista. Volver al nestorismo más que replegarse en el cristinismo. Alberto Fernández fue una figura central de ese momento político, no parece casual el lugar que hoy ocupa.

7 – Por último, la figura de Alberto Fernández también puede ser interpretada como una tregua con un actor muy fuerte de la política nacional: Clarín. Alberto tiene la suficiente autonomía como para poner un segundo plano una batalla central en los periodos cristinistas con el multimedios que comanda Héctor Magnetto. ¿Habrá un cese de fuego allí? ¿Clarín dejará de lado el periodismo de guerra priorizando un horizonte económico de mayor estabilidad? Interrogantes…

Hay otro rasgo importante a destacar. En tiempos de law fare, del ataque coordinado entre medios de comunicación y Poder Judicial, Alberto Fernández es una figura que ha salido indemne de ese tipo de embates. No sé registran causas de corrupción alrededor de su figura lo que le resta a la oposicion acusaciones que no tendrán el mismo impacto. Si llegarán a aparecer súbitamente denuncias contra Alberto Fernández quedaría en evidencia el mecanismo de demolición de rivales políticos siendo a esta altura más sencillo de rebatir.

En términos futbolísticos, estamos ante un partido abierto, pero con dos equipos que atraviesan momentos diferentes. Uno en declive, defendiendo cada vez más cerca de su propio arco y otro que comienza a arremeter con más fuerza y que hoy no está lejos de quedarse con el partido. Octubre o noviembre darán la respuesta final.

Escribe tu Comentario