Un nuevo paro nacional se realizará mañana 30 de abril en un abierto repudio al modelo económico de la Alianza Cambiemos, con una concentración que confluirá pasado el mediodía en la Plaza de Mayo. La medida fue convocada por los gremios que integran el Frente Sindical para el Modelo Nacional junto a la CTA en su diversas variantes, por organizaciones sociales, pymes, cooperativas sumándose, también, gremios de orientación clasista. Finalmente, la actual conducción de la CGT decidió no acompañar la medida.
Por LEONARDO MARTÍN
El paro nacional, el quinto realizado contra las políticas del macrismo, se acordó en el Plenario realizado en la sede de SMATA el 11 de abril pasado con presencia de casi 80 delegaciones regionales de CGT y 100 organizaciones sindicales.
El motivo de la convocatoria es un rechazo a las políticas económicas que sostiene el Gobierno nacional con pérdida de puestos de trabajo (fueron 252.000 empleos registrados los que se perdieron solo en los últimos 12 meses), deterioro profundo del entramado productivo, caída estrepitosa del salario real y de las jubilaciones, crecimiento de la pobreza y la marginalidad, tarifazos impagables. Todo ello con un futuro, que de continuar estas políticas, se presenta aún más sombrío.
La movilización comenzará pasando el mediodía confluyendo en la Plaza de Mayo. Aún no hay mayores precisiones sobre oradores y difusión de documento, pero lo cierto es que habrá un palco dispuesto que permite prever que habrá discursos.
En cuanto al paro, se espera una baja notoria en la actividad cotidiana más allá de la no convocatoria del Consejo Directivo de la CGT. Se sentirá fuertemente en el transporte, en la logística, con una paralización total en el sector financiero, una administración pública acotada y seguramente una fuerte adhesión en el sector educativo . También se sumarán al paro gremios industriales de relieve y pymes.
En lo relativo al transporte, no habrá vuelos ni funcionarán los puertos. No habrá transporte de mercaderías ni recolección de basura. En la Ciudad de Buenos Aires tampoco funcionará el subte.
Capítulo aparte para la circulación de los colectivos. El titular de la Unión Tranviaria Automotor (UTA), Roberto Fernández declaró que pararía si convocaba la CGT, cosa que finalmente no ocurrió. Sin embargo, en un giro de los últimos días, la agrupación interna Juan Manuel Palacios, con un fuerte representación interna, desafió a la conducción convocando al paro. Se especula que serán cerca de 80 líneas entre la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano que estarán parando con negociaciones línea por línea en las últimas horas para que sean más.
El sector que no se plegará a la medida es el ferrocarril. Se especulaba con la adhesión a la medida de fuerza los señaleros así como la Comisión Interna conducida por el Pollo Sobrero en el Tren Sarmiento. Finalmente, ambos desistieron de realizar el paro.
En las últimas horas, también hubo maniobras desde el Ministerio de Producción y la Secretaría de Trabajo enviando Conciliaciones Obligatorias para desactivar la medida. Al no convocar la CGT, los sindicatos que se plegarán lo tuvieron que hacer en forma individual. Con las Conciliaciones, el Gobierno busca disuadir y preparar el terreno para multas millonarias y sanciones. Hubo casos recientes que afectaron a Camioneros y a SUTEBA por una supuesta violación de una Conciliación Obligatoria, con multas impagables, medida que luego fue desestimada por la Justicia.
Párrafo especial para el rol de la conducción de la CGT que decidió no acompañar la medida. Los argumentos esgrimidos fueron variados. Daer y Acuña argumentaron la necesidad construir una fuerza política que pueda imponerse en las elecciones de octubre más que concentrar esfuerzos en un paro o manifestaciones.
Otro argumento fue el que desarrolló el titular de UPCN y secretario Adjunto de la CGT, Andrés Rodríguez, que no era conveniente tomar la medida y exponer a los trabajadores al descuento del día, algo que impactaría negativamente en sus ingresos en un momento crítico.
El referente bancario, Sergio Palazzo, evaluó críticamente las decisión de no convocar al paro por parte de la conducción de la CGT. “Es un error de la CGT, del Consejo Directivo. No quieren que se los tilde de desestabilizadores en este momento de crisis económica. Apuestan todo a que haya una resolución política del conflicto a través del proceso electoral. Pero a nosotros nos eligen los trabajadores y los trabajadores hoy tienen necesidades. Por eso se plantea esta medida. No nos eligen para hacer una medición del tiempo político. En un proceso de crisis el que tiene que articular la protesta social es el movimiento obrero”.
Por su lado, Pablo Moyano manifestó, «la movilización va a ser multitudinaria y ojalá que el Gobierno tome nota. Estamos convencidos que los trabajadores van a acompañar estas medidas para decirle basta al gobierno de ajuste y de tarifazos».
