COMERCIO ELECTRÓNICO / Las debates del presente, ¿hacia dónde vamos?

La irrupción del mundo digital viene transformando nuestras sociedades aceleradamente en las últimas dos décadas. Con Internet y su progresivo desarrollo ha mutado la economía, la forma de relacionarnos, los tiempos de ocio con fronteras geográficas que van tomando contornos difusos, al menos en algunos aspectos. El motor de la economía capitalista, el comercio, viene teniendo fuertes transformaciones en un proceso que aún está en marcha con actores globales como Google, Amazon, Facebook, Apple que se han convertido en corporaciones dominantes de la economía global.

Para charlar sobre estos temas entrevistamos a Sofía Scasserra, investigadora del Instituto Julio Godio de la Universidad Tres de Febrero, también asesora de la Secretaría de Asuntos internacionales de la Federación de Empleados de Comercio.  Los principales actores que hoy tallan en el comercio electrónico, las regulaciones que impulsan, los cambios en el trabajo, qué puede pasar con Mercado Libre, cómo se inserta Argentina en ese proceso son algunos de los temas que desarrolló en la entrevista Scasserra. Un aporte para poder comprender el presente, las pugnas de hoy que van definiendo el futuro de la economía global.

¿Cuáles son los principales aspectos hoy del comercio electrónico? ¿Cuáles son las discusiones que se están dando y la perspectiva?

Lo que venimos viendo a nivel mundial es que  hay un consenso en que hay que aplicar normas de comercio electrónico, impulsarlo a nivel mundial porque genera empleo, mayor productividad y porque los países se pueden desarrollar encontrando nuevas formas de empleo a través de la web. Se usa como excusa para impulsar una agenda de trabajo a nivel internacional que haga normas en cuanto al comercio electrónico, pero cuando mirás las normas te das cuenta que no tienen mucho que ver con el comercio electrónico en sí – que es comprar y vender por internet- sino más bien tiene que ver con el manejo de datos. Las empresas quieren quedarse con los datos que se generan de ese comercio electrónico. Lo que no quieren es debatir con los países en vías de desarrollo es lo que se llama la industrialización digital. Quieren que esos países sean usuarios de las plataformas, pero no desarrollen plataformas propias. Quieren apropiarse los datos que son el gran insumo de la industria artificial y de la tecnología de punta para ellos tener la industrialización digital y que nosotros seamos un shopping mall, que vendamos por internet y nada más. Para eso se buscan accesos a los mercados, que no paguen impuestos, sistemas más eficientes de logística para que nosotros podamos utilizar las plataformas, pero ellos no quieren discutir en el fondo esto que es la industrialización digital.

En nombres propios, ¿cuáles son esas plataformas, las empresas líderes de la industrialización digital?

Son las grandes empresas de tecnología. Hay muchas, pero las más importantes son aquellas que están bajo la sigla GAFA que son Google, Apple, Facebook y Amazon. Podríamos también sumar a Microsoft y a Alí Babá que son los grandes conglomerados de empresas de tecnología y a los estados que representan, Estados Unidos, China, la Unión Europea. Se busca impulsar el comercio electrónico con la idea falsa de que nos va a llevar al desarrollo, que vamos a poder encontrar empleo a través de una plataforma web y lo que en realidad vemos es que la plataforma viene a reemplazar puestos de trabajo, lo que es la mayor preocupación de los sindicatos. Los sindicatos de comercio son muy afectados por la inteligencia artificial con cajeros electrónicos y compras web que tiene un impacto negativo en las comisiones de los vendedores, así como en varios temas más.

En este contexto, Mercado Libre es la empresa más importante en las plataformas de comercio electrónico. ¿Cuál es su peso?

Mercado Libre es la empresa de comercio electrónico más grande de capitales latinoamericanos. Está presente en toda Latinoamérica, conoce muy bien el mercado. El problema que tiene es que comparado con empresas como Amazon es un bebé. Lo que yo siempre me pregunto es ¿Marcos Galperín, dueño de ML, se va a quedar o vender a la empresa si llega Amazon?. Tiene un bastión, pero no sé cuánto puede durar  si una empresa grande ingresa al mercado.

¿Por qué Amazon es tan importante?

Amazon empezó vendiendo libros por internet y hoy por hoy en esa plataforma se puede comprar cualquier cosa. Logró esta posición con una fuerte estrategia de logística, también con una fuerte estrategia del manejo de datos, de lograr publicidad segmentada, de mostrarte solamente lo que a vos te interesa comprar. Inducir en las compras que realizás, pero también con la estrategia de no tener stock. No tienen empleados, ni clientes, son solamente una plataforma web que tiene un domicilio en un paraíso fiscal y lo que hace es manejar big data. Con eso logran un perfil perfecto del consumidor, segmentan publicidad y atacan donde tienen que atacar con un algoritmo casi perfecto que identifica los intereses de los usuarios. Somos personas que vendemos y compramos por Amazon, que no tiene ni empleados, ni clientes, ni stock. Es una de las primeras empresas que comenzaron con este modelo que ahora replican Uber, Mercado Libre, Alí Baba, E Bay y un montón más.

¿Cuáles son las regulaciones para este tipo de empresas?

Las regulaciones que se están impulsando para este tipo de empresas mejor que no se aprueben porque más que regulaciones son desregulaciones. Lo que se quiere aprobar es el no pago de impuestos por parte de las empresas de tecnología, que no haya tribunales de Defensa del Consumidor, que todos los problemas se resuelvan por canales web, que las empresas no tengan que tener presencia comercial en los países en los que operan, que no se les pueda exigir transferencia tecnológica y la libre movilidad de datos. Con este último tema cualquier dato que la empresa recolecta pasa a ser de la empresa, datos con los que puede hacer lo quiere y sobre los cuales no se les puede exigir la repatriación. Las normas que se quieren impulsar más bien son antinormas.

Normas para beneficiar a las grandes corporaciones…

De aprobarse las normas tendría prohibido cualquier tipo de tributación en el país. Si hoy comprás en Amazon no pagás impuestos, pero cuando llega al puerto argentino acá la aduana te cobra. Ese impuesto sería ilegal si se aprueban las normas que quieren las empresas. Ni siquiera el estado conservaría las normas para poner un freno. Es grave el tema.

Con respecto a los datos es importante ser consciente que damos los datos de manera gratuita a empresas que hacen su industrialización y juego tecnológico. Que ellos se están desarrollando a cuesta nuestra, le estamos dando eso gratuitamente, sin que nos paguen y ese es el nuevo insumo de la economía. Es como si la economía se sostuviera con granos de soja y yo entrego gratis los granos de soja para que otros hagan industria con la soja. Es como si la estuviéramos regalándola de a toneladas.

¿Ves a futuro una fuerte pérdida de empleos con estas plataformas o un cambio en las modalidades de trabajo?

El debate en torno al futuro del trabajo tiene que ver con esto. No soy partidaria de pensar que nos vamos a quedar todos sin trabajo. Sembrar ese miedo lo único que hace es impulsar la precarización y a que el salario baje porque si uno tiene miedo de perder el empleo acepta cualquier cosa con tal de contener su trabajo. Aparte no es cierto porque vemos que China, uno de los líderes en inteligencia artificial, genera 40 millones de puestos de trabajo al año. Sí es cierto que se van a dar tres realidades, la primera es el trabajo emprendedor con estas empresas que desmiembran su cadena productiva y que te hacen creer que vos vivís en la panacea emprendedora donde trabajás desde tu casa, tomás tus riesgos y sos tu jefe cuando en realidad sos un trabajador precarizado, explotado, que no tiene aguinaldo, ni vacaciones ni feriado ni licencia por enfermedad, que vive con la soga al cuello tratando de dar con el standard que impone la empresa para la cual trabajás. Ese el primer paradigma, el del trabajador emprendedor, que incluye a los trabajadores de plataforma.

El segundo tipo de trabajador es aquel que sí va a ser reemplazado por la tecnología artificial como una cajera electrónica. La pregunta ahí es cómo readecuar o capacitar para que se pueda reinsertar en otro tipo de trabajo porque la realidad es que a esa cajera electrónica alguien la diseñó y la fabricó, alguien los tiene que mantener y los datos alguien los tiene que procesar para lo cual hay nuevos puestos de trabajo que se generan. El tema es que si no se recapacita a esa cajera, se va a quedar sin empleo y sin dinero para recapacitarse. Tiene que haber un esfuerzo por parte de las empresas, el Gobierno y los sindicatos para reinsertar a esa trabajadora de nuevo dentro del circuito económico.

El tercer gran grupo son los digitalmente excluidos, son aquellas personas que no tiene la posibilidad de capacitarse ni de ingresar a un empleo rápido como emprendedores porque no tienen acceso a internet, porque no saben usar un celular o utilizar una computadora. El desafío es cómo reinsertar a los digitalmente excluídos que son los que peor la van a pasar.

¿Cómo lo ves en Argentina a ese proceso?

En Argentina hay esfuerzos, algunos sindicatos buscan recapacitar y de negociar con las empresas para que cuando los trabajadores se queden sin empleo porque los reemplaza una tecnología trate de reinsertarse en el mercado. Falta mucho por recorrer y concientización.

A nivel mundial se está charlando mucho el tema. Las empresas lo que dicen es que los estados deberían poner más esfuerzos en generar condiciones de internet óptimas. Siempre son los estados lo que se tienen que hacer cargo. Ahora cómo le digo al Estado de Haití que se haga cargo cuando la mayoría de su población no tiene acceso al agua potable. Además, ¿cómo querés que se haga cargo el Estado si lo estás desfinanciando al no querer pagar impuestos?

¿Cuál es el recorrido que ha tenido el Gobierno nacional frente a estos temas?

Este Gobierno quiere impulsar la agenda de comercio electrónico a nivel internacional. De hecho el año pasado cuando fue la reunión ministerial de la Organización Mundial de Comercio el gobierno argentino fue uno de los que quiso impulsar el tema en esa Ministerial. Ellos ven el paradigma emprendedor, que nos vamos a modernizar, pero no están teniendo en cuenta todos estos peligros que yo estoy marcando. Quieren hacerle la autopista a las empresas y no tener en cuenta que hay peligros que deben ser regulados. No decimos no a la tecnología, decimos sí pero con determinadas regulaciones que nos permita sacar los mejor de la tecnología, pero que no precarizen nuestros empleos y eso el Gobierno no lo está teniendo en cuenta.

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