En la última fecha del campeonato, Independiente perdió la chance de meterse en la edición 2019 de la Copa Libertadores. Cayó derrotado 1 a 0 ante Unión en Santa Fe jugando mal en un segunda parte del torneo donde el equipo dejó muchos puntos en el camino, demasiados si tenía aspiraciones de Libertadores.
Por LEONARDO MARTÍN
Qué le pasó al conjunto de Ariel Holan que terminó el 2017 jugando en un nivel altísimo, ganando la Sudamericana despertando encendidos elogios, pero en el 2018 el rendimiento ha sido más bien irregular. La respuesta, como siempre, es multicausal. No hay una sola explicación, es un cúmulo de situaciones las que llevaron al equipo a bajar el rendimiento y a quedarse en las puertas de la clasificación.
Hay causas físicas por el desgaste de la seguidilla de partidos, incorporaciones que no rindieron, decisiones en el armado de los equipos que despertaron críticas, la salida de jugadores importantes que no pudo reemplazar, polémicas con los arbitrajes. Repasemos.
EL CANSANCIO
Independiente ha sido el equipo que más partidos jugó en el semestre en el fútbol argentino. Fueron 23 partidos en 109 días. El primero lo jugó el 24 de enero y el 12 de mayo fue el último con Unión (le quedan dos partidos decisivos más por delante). El promedio es de un partido cada 4,7 días, lo que realmente es un promedio desgastante porque, además, eso incluye las dos finales contra Gremio, las dos con gran parte del partido con un hombre menos y en el caso de la segunda jugando 120 minutos. En medio un viaje a Venezuela para enfrentar a Deportivo Lara que también suma puntos en el desgaste.
Hace ya varios partidos que Independiente funde bielas en los segundos tiempos. Para ser justos, algo similar le ocurre a Boca y, también a Racing a los que también se los ve agotados, los dos también están jugando la doble competencia. Al cansancio hay sumarle la mayor cantidad de lesiones de carácter muscular que en general provoca. Para peor en la fecha FIFA Maxi Meza y Fabricio Bustos fueron convocados por Sampoli y Campaña y Silva para la escuadra uruguaya. Meza al primer partido del regreso se desgarró en una jugada en la que quiso solo quiso bajar una pelota en una signo evidente de desgaste físico.
LAS INCORPORACIONES NO RINDIERON
El Rojo se desprendió de dos jugadores vitales en la columna vertebral del equipo. Uno Nicolás Tagliafico – el mejor defensor que pasó por el club desde Gaby Milito para acá – y por otro lado de Ezequiel Barco que aún con sus altibajos era determinante al momento de desequilibrar. No pudo reemplazar a ninguno de los dos.
Para este mercado de pases, el club gastó alrededor de 15 millones de dólares para incorporar a Silvio Romero, Fernando Gaibor, Brahian Romero, Gonzalo Verón, Emanuel Britez y Jonathan Menéndez. Ninguno hizo pie, especialmente de los que más se esperaba como Silvio Romero y Fernando Gaibor.
En el caso del delantero ex Lanús nunca estuvo bien físicamente. Se lo vio pesado, incapaz de sacarse un hombre de encima y muy lento para el ritmo actual del fútbol. Por el lado del ecuatoriano, nunca logró adaptarse a la fricción y a la velocidad del fútbol argentino. Tiene buena pegada, pasa bien la pelota pero participa poco y le cuesta el roce. Tampoco encontró su lugar en la cancha. Para doble cinco marca poco y para enganche no tiene esa habilidad ni velocidad, menos para recibir de espaldas donde se lo nota incomodo.
Otro que tampoco rindió tras un comienzo esperanzador fue Menéndez y para ser honestos poco se puede pedir a Brian Romero y a Emanuel Britez demasiado ya que tuvieron pocos minutos en cancha. En ese panorama lo de Gonzalo Verón ha sido lo más positivo. Rindió por arriba de las expectativas, pero tampoco ha tenido tanto recorrido.
LOS CAMBIOS DE HOLAN
Es ingrato criticar decisiones de Ariel Holan cuando fue el técnico que devolvió a los primeros planos a Independiente jugando por momentos de modo brillante. Pero hay que decirlo, en la tribuna hubo murmullos con algunas decisiones. Una de ellas fue la de tardar en darle la titularidad a Sánchez Miño, de los más regular en el semestre, eligiendo al uruguayo Silva que no termina de convencer.
Otra decisión muy criticada fue la de haber sacado a Emmanuel Gigliotti relegado por la inclusión de Silvio Romero. El Puma se había ganado un lugar con otro rendimiento por encima de las expectativas con las que arriba de su exilio en China. Probablemente Silvio Romero pueda aportarle más al equipo, pero siempre y cuando esté en buenas condiciones físicas, no esta versión pesada del ex Lanús.
LOS ARBITRAJES
Le han tocado malos arbitrajes a Independiente, se puede dudar de algunos en un momento donde la AFA se ha transformado en un apéndice de Balcarce 50. Hoy reina la oscuridad de Daniel Angelici en tándem con el Chiqui Tapia, de malas con la familia Moyano más allá de los vínculos sindicales y filiales que los unen. Hubo fallos dudosos, decisiones polémicas, pero lo cierto es que no ha estado ni cerca de ser definitorio en la eliminación de Independiente de la zona de clasificación a la Copa Libertadores. Si se queda afuera es porque de los últimos nueve partidos ha perdido en cuatro oportunidades de local, en algunos casos por errores groseros propios en los que poco tuvieron que ver las decisiones arbitrales.
LO QUE VIENE
La situación institucional de Independiente hoy es compleja. El club se ha transformado en un campo de batalla de la pelea que el Gobierno nacional mantiene con Hugo Moyano con denuncias de lavado de dinero, desvío de fondos a lo que se suma el clima enrarecido en cada partido provocado por los operativos policiales. Llama la atención que Cristian Ritondo, máxima autoridad en seguridad en Provincia de Buenos Aires y primer representante de socios por el oficialismo no logre frenar los abusos sobre los hinchas. A eso se suma la situación de los chicos en la pensión para completar un panorama institucional que ha estado lejos de ser el mejor en el primer semestre.
Volviendo a lo futbolístico, a Independiente le quedan dos partidos que definirán el humor con el que terminará el semestre. Si logra clasificar a los octavos de final de la Copa Libertadores el principal objetivo estará cumplido con cierto sabor amargo de todos modos por los otros traspiés. En el camino quedará una Recopa que la perdió de pie en dos finales muy adversas con Gremio y en el campeonato la bronca por quedarse en la puerta de la clasificación a la Libertadores 2019. No deja de ser un avance estar peleando estos torneos cuando tiempo atrás los equipos el Rojo se había acostumbrado más a pelear por la zona baja de la tabla que en los puestos de arriba, pero también es cierto que en los hinchas la exigencia crece y que la expectativa es volver a saborear algo de lo que hizo inmenso a Independiente.
