LANUS / Goles y triunfo en el partido de ida

Sin jugar del todo bien logró una buena victoria para encarar la revancha a Lima. Acosta, la gran figura, Vides, Silva de penal y Di Renzo, los autores de los goles. Herrera señaló los dos del equipo peruano.

Precisaba Lanús una victoria convincente como esta. El ciclo Carboni no había empezado bien (de hecho ganó tantos partidos como los que perdió e igualó y recibió más goles de los que convirtió), ni siquiera la resonante victoria ante River había servido para pensar que todo se iba a enderezar.
Ayer dio un gran paso para avanzar en la Copa Sudamericana, al derrotar (4 a 2) a Sporting Cristal. Con esa diferencia irá a Perú y aún perdiendo por la mínima pasará de fase. Pero habrá que pensar que sucede cuando se encuentre con un rival que no le ofrezca la endeblez ofensiva que ayer exhibió el equipo incaico.

Era la noche de Acosta. Quedó en claro desde el principio. El Laucha desbordó a Madrid (ayer su aporte no fue de capital importancia) cuantas veces quiso. Y Justo en el cuarto de hora Lanús se puso en ventaja luego de una jugada del delantero, que decoró Vides.

Pintaba para goleada. El único momento en donde eso no estuvo tan claro, fue cuando el Sporting igualó: Herrera pescó un defectuoso rechazo de Thaller, para ponerla abajo, a la derecha. Por unos minutos, los peruanos mostraron el buen trato de pelota de Costa y algunos inquietantes desbordes por izquierda de un viejo conocido: Ballón.

Pero en un rato Lanús volvió a dejar en claro su superioridad y por duplicado: excelente pase de Lodico para que Acosta, que pasó como un jet por sobre los centrales, definiera por arriba de Alvarez y una infracción a Acosta fuera del área, que el juez dio adentro y que el uruguayo Silva (siempre movedizo) canjeó por gol con tiro a la derecha.

El segundo arrancó Lanús como para jugarlo con el piloto automático pero Marcone, que había sido un relojito, le hizo un penal a Costa para que Herrera redujera distancias. Pero sobre el final y a un minuto de haber ingresado Di Renzo, de cabeza, le puso al partido una chapa mucho más acorde a lo que fue el trámite.

Pintaba para goleada. El único momento en donde eso no estuvo tan claro, fue cuando el Sporting igualó: Herrera pescó un defectuoso rechazo de Thaller, para ponerla abajo, a la derecha. Por unos minutos, los peruanos mostraron el buen trato de pelota de Costa y algunos inquietantes desbordes por izquierda de un viejo conocido: Ballón.

Pero en un rato Lanús volvió a dejar en claro su superioridad y por duplicado: excelente pase de Lodico para que Acosta, que pasó como un jet por sobre los centrales, definiera por arriba de Alvarez y una infracción a Acosta fuera del área, que el juez dio adentro y que el uruguayo Silva (siempre movedizo) canjeó por gol con tiro a la derecha.

El segundo arrancó Lanús como para jugarlo con el piloto automático pero Marcone, que había sido un relojito, le hizo un penal a Costa para que Herrera redujera distancias. Pero sobre el final y a un minuto de haber ingresado Di Renzo, de cabeza, le puso al partido una chapa mucho más acorde a lo que fue el trámite

Informe: Diario Popular

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